Alguna de las consecuencias de los experimentos realizados con la educación española, nos las encontramos ahora, por ejemplo, en ciertos materiales que se están usando para adoctrinar a los alumnos en la asignatura Educación para la Ciudadanía. Bien haría el Gobierno en rectificar y abandonar las trincheras ideológicas para trabajar en aras del bien común. Un pacto de Estado podría ser muy fecundo para el futuro de la educación en España. Nadie lo duda y todos lo piden, pero para que lo sea verdaderamente debe sentarse sobre bases sólidas y contar con todos los actores implicados, teniendo en cuenta que los titulares del derecho fundamental a la educación son, en primer lugar, los padres de familia y la sociedad con las diversas instituciones que la integran, por ello no se debe omitir el derecho de los padres a poder escoger el centro educativo para sus hijos.