En otras parcelas (o “ambitos de decisión”) Nafarroa Bai experimenta la misma desafección por la libertad del individuo. E incluso de los territorios, según le convenga. Así, a Nabai no le gusta que los congozantes de las Bardenas decidan que quieren renovar su contrato con Defensa. Antes que respetar su decisión, Nabai pide que el gobierno de Navarra les expropie. Las Bardenas no son un “ámbito de decisión”. Nabai decide quién elige y lo que puede elegir y lo que no.
La otra cuestión de actualidad es la educación diferenciada. Uno no puede fiarse de los padres, que te eligen cualquier cosa. Por ejemplo, algo distinto de lo que piense Nabai. Eso no es transversal ni poliético, así que hay que prohibir que la gente elija. Usted, en adelante, sólo decidirá sobre lo que le deje elegir Nabai.
El último ingrediente de todo este potaje es la propaganda en plan Orweliana. ¿Cómo llamar a toda esta fobia a la libertad del que no piensa como tú? Pues progresismo, transversalidad, o democracia avanzada. En la famosa novela de Orwell, el sitio donde se torturaba a la gente se llamaba “Ministerio del Amor”. Vuelvo al principio y vuelvo a subrayar: quien no elige no es ciudadano, es súbdito.