Sorprende hasta que punto puede equivocarse José Javier Solabre al decir que al terrorismo no se le vence con oraciones, sino con acción policial. Debe desconocer que el muro de Berlín, y por ende el marxismo, no cayeron por ninguna acción violenta, sino por la oración y la santidad de Juan Pablo II. Si usted no es católico, no valore las recomendaciones que los pastores de la iglesia nos hacen a los católicos. Si usted sí lo es, congratúlese con todos de que por fin, los obispos de Navarra y el País Vasco se dedican a hacer lo que deben: no hablar de política, condenar la violencia, ejercer la caridad con las víctimas, y solicitar a los cristianos que roguemos a Dios con más intensidad aún para que con su acción omnipotente nos libre del mal. Los obispos no son Ministros del Interior, ni deben jugar a serlo.
Yo, por supuesto también seguiré orando por toda esa gente que se juega la vida a diario con un uniforme de policía para que en nuestra tierra haya justicia y paz. Para que sean muy eficaces.