Las Javieradas han calado con tal hondura y fuerza en el corazón,el alma y la vida de los peregrinos Navarros,que da gusto ver como la transmiten cual sentida antorcha a sus descendientes como fiel relevo imperecedero,y se ven montones de familias,padres e hijos entrenando las semanas anteriores a las Javieradas.Reavivan con vigor la identidad de los Navarros.El peregrino es un valiente,desde que se arriesga a hacer el Camino,porque hace frente al posible viento,a la lluvia,al frío,pero tiene fe,tiene a Dios que le guía acompañándole hasta la casa sobre roca del gran peregrino universal de la pequeña cruz de madera que revolucionó Asia con su gran humanidad,y que le convirtió en el Patrono de todos los misioneros,los grandes héroes modernos.Es emocionante ver en la Javierada caminar a montones de chavales muy jóvenes y muchísimos veteranos rogando a Javier que les de fuerzas para llegar otra vez más hasta el,gente de todas las edades y condición,de todos los rincones de nuestra querida Navarra y comunidades cercanas y lejanas,misioneros de cualquier parte del mundo.¿Qué tienen las Javieradas que enganchan con esta fuerza?Enganchan porque el esfuerzo se hace junto a un pueblo que camina con ilusión,a contracorriente del relativismo moral creciente,en unirse en la explanada del castillo a escuchar la impresionante vida de San Francisco de Javier en el Vía Crucis y en la homilia posterior,y que nos hace sentirnos orgullosos de tenerle muy presente durante el resto del año.Nuestro grupo de amigos este año va a ir al completo y nos volveremos a encontrar con los castas de la Ribera y lo mejor de lo mejor de Navarra.Un año más,Javier se llenará de agradecimientos y pediremos por el empleo, por las personas enfermas,y para que Navarra no enferme de radicalismo.Por todo ello,Navarra,a Javier!
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