Querido (a estas alturas) Jerónimo:
Aunque como es lógico, no estoy siempre de acuerdo con todas sus opiniones y juicios sobre las cosas, la verdad es que no puedo estar mas conforme con la actitud de su periódico y la defensa de la libertad y de la responsabilidad personal que se ejerce desde este medio. Suscribo enteramente la denuncia del carácter totalitario del poder, de la utilización de la mercadotecnia, la mentira y la ocultación que emplean todos los ineresados en servirlo. NO están de más sus advertencias sobre el carácter mendaz del poderoso que siempre trata de llevar el agua a su molino, y de que es nuestro deber de ciudadanos libres, de hombres y de personas de bien el oponernos al poder, (lo ostente quien lo ostente) con las armas de la razón, el sentido crítico y la humanidad.
¿Conseguiremos concienciar a nuestra anestesiada conciudadanía, sin que se nos tache de "neocon", de "puritanos", o mejor dicho, aunque se nos tache de ello? ¿mantendremos viva la llama de la libertad humana, cuando unos y otros tratan de ocultarla debajo del celemín? Por mí que no quede: la verdadera derrota sería no presentar batalla.
Muchas gracias por estar y por seguir allí.