Perplejo me he quedado con la elección de Pedro Rascón como representante del Parlamento en el Consejo Escolar de Navarra, nombramiento pactado por el gobierno UPN-PSN.
Lo que me ha producido sorpresa es su destino enla Comisiónde Educación y en el Consejo Escolar. No por falta de experiencia, pues lleva muchos años viviendo de la política y la educación, sino por su probada idoneidad para presidirla Comisiónde Interior, capacidad que no han tenido en cuenta ni Barcina ni Jiménez.
Les cuento: desde que mi mujer y yo decidimos objetar a Educación parala Ciudadaníaallá por el 2007, nos hemos cruzado con el Señor Rascón en múltiples ocasiones. Y es que, no contento con dirigir su Confederación de padres, tenía tiempo para velar, como la lucecita del Pardo, por el fiel cumplimiento de la legislación vigente aunque la cosa no fuera con él.
Así, en solo tres años,
a) escribió al Presidente del Tribunal Supremo pocos días antes del fallo sobre Educación parala Ciudadaníaconminándole a desestimar la objeción de conciencia. Eso se llama confiar en la justicia y respetar la independencia judicial.
b) tras el fallo contrario al derecho de objeción, ofreció “todo su apoyo al Ministerio de Educación para que sea ‘guardián’ del cumplimiento de la ley”, pues, en palabras textuales suyas ”Si la asignatura llega a adoctrinar, que no es el caso, adoctrinaría poquito”. No hay problema: esto es como si te violan ‘un poquito’ o te quedas embarazada ‘un poquito’.
c) en vista de que al gobierno el rocambolesco fallo del alto tribunal no le bastaba para hacer caer todo el peso de la ley sobre las decenas de miles de objetores, Rascón, impaciente, «pidió (…) al Gobierno que actúe para que se cumpla la Ley de Educación y todos los estudiantes cursen Educación para la Ciudadanía (EpC)«. Primero ofrece su ayuda y ahora, inquieto por no advertir diligencia, azuza al gobierno. Si es que no se les puede dejar solos.
d) como Pedro Rascón considera que la ley está para aplicarse a cualquier precio, «pide la intervención de la Fiscalía de Menores con el fin de que los alumnos objetores sean declarados absentistas, e intervenga acusando a los padres objetores de no escolarizar a sus hijos«. Todo un detalle por su parte que le agradezco. Ganada la batalla es menester cobrarse los trofeos.
e) y como un campeón de la legalidad no puede fiarse del Tribunal Supremo, ni del Gobierno de la nación ni de la Fiscalíade menores, y preocupado de que en Navarra «haya centros que estén dando una alternativa cuando eso es ilegal«, hace un llamamiento «a la inspección educativa a que investigue cuáles son esos centros y que les sancionen«. Ya me contará usted qué se le ha perdido en centros ajenos. ¿No se lo estará tomando como algo personal?.
f) finalmente, y para no aburrirles con el celo del ahora representante del Parlamento en el Consejo Escolar, Rascón pone tarea a las administraciones: «Además, las administraciones tienen que explicar a los padres que sus hijos no obtendrán el título de Graduado en ESO si no cursan todas las materias«, cosa que, para ser políticamente incorrecto, es una mentira. Pero el caso es asustar. De hecho, un hijo mío acaba de obtener el título dela ESO conla Educación parala Ciudadanía suspensa, como miles de alumnos que lo hacen con dos, tres o más asignaturas, cosa que Rascón sabe de primera mano.
Lamento haberme extendido pero créanme que Rascón tiene jugosas opiniones sobre los crucifijos en las aulas, la asignatura de religión o la educación diferenciada que, preclaro jurista, insiste en considerar inconstitucional. El caso es imponer el pensamiento único. Eso sí: hay que reconocer que haría un servicio impagable como responsable de Interior. Porque lo que es la aplicación de la ley, aunque no vaya con él, lo lleva en la sangre.
3 respuestas
¿Pero no fue Rascón, azote de los objetores de conciencia a Educación para la Ciudadanía, quien firmó una nota de Herrikoa-CEAPA el 20 de abril de 2003 en la que instaba al absentismo si se instauraba una alternativa a la clase de religión?:
«recomendamos a las familias que no deseen formación religiosa, para sus hijos e hijas en la escuela (tanto a creyentes, como a no creyentes), que NO acepten esta alternativa y que sus hijos NO entren a la clase de sociedad cultura y religión»
O sea, que si se trata de cargarse la asignatura de religión, la objeción de conciencia y el absentismo es un recurso legítimo. Pero los que pretenden ausentarse de Educación para la Ciudadanía no tienen legitimidad. Eso es coherencia vital, política y educativa.
Ay, Iribas, la que te ha caído compartiendo cama con el tolerante Rascón.
Lo peor es que el pato lo pagamos, como siempre, los padres.
Yo conozco personalmente el caso de una niña musulmana en un colegio de Tudela cuyo padre ha sacado de la escuela en cuanto ha tenido la regla. Ni ha podido llegar al Instituto. Eso sí, vale para llevar a sus hermanos varones al cole. Conoce seguro el tal Rascón decenas de casos similares…¿se ha interesado alguna vez por ellas?¿meterá a sus padres en la cárcel como corresponde?
Vaya sociedad fascista que nos está preparando.
Ciudadano Caña, Rascón no perseguirá a los musulmanes porque quiere su voto. Persigue a los objetores porque sabe que son defensores de la libertad y enemigos del adoctrinamiento totalitario. Y eso es una afrenta para instaurar el pensamiento único, como pretende Rascón.