Recientemente conceptos como regeneración y limpieza democrática vienen acompañando a otros como eficiencia cuando hablamos de la gestión de las administraciones públicas, y en el caso que más me atañe, el de los ayuntamientos. Se hacen propuestas demagógicas, trufadas con alguna sensata, y otras más utilizadas de boquilla, para hacer bonito. Pero he aquí que el Partido Popular se pone en marcha para llevar a la realidad alguna de ellas, incluidas algunas propuestas en programas electorales de otros partidos, y todo son problemas y pegas, y se desdicen alegando lo que sea para no llevar a cabo estas medidas, incluyendo un supuesto ataque a la autonomía de turno.
Estas no son otras que reducir el tamaño de la administración, para hacerla más cercana y menos costosa al ciudadano, disminuir duplicidades, disminuir cargos públicos (y los que llevan añadidos a cada cargo electivo). Eso en cuanto a la eficiencia y la eficacia.
En cuanto a la regeneración democrática, se plantea llevar a cabo una reforma electoral para que los alcaldes sean elegidos por sufragio universal directo, y no por políticos conchabados para nombrar al Concejal de Urbanismo de turno, el concejal que más “pesa”…y todo son rechinar de dientes.
Sólo existe un partido que a al vez, proponga estos cambios, tenga capacidad para llevarlos a cabo (que no sean meros artificios electorales) y ya los esté llevando a la práctica activa, como es la reducción de diputados en los parlamentos autonómicos, medida ya aprobada, y que en lenguaje coloquial, reduce el número de la “casta” política. Ese es el Partido Popular.
Por ello yo aconsejaría desoír todo tipo de cantos de sirena. Lo más grave de no aceptar la Ley de la Gravedad, es hacer experimentos intentando que no nos afecte, y probarlos desde la azotea de nuestra casa. Por eso cuando toque renovar nuestras administraciones, recomiendo pensar como adultos, dejar atrás el buenismo de lo niños que piensan que, otro atentado contra la Ley de la Gravedad, es posible subir hasta el cielo si tiramos del asa del cubo en el que tengamos metidos los pies, y votar no con ellos, o con las tripas, sino con la cabeza. Si queremos que lo cosa funcione habrá que tomar las soluciones liberales que funcionan en otros países, resulta ilógico pensar en resultados a la alemana con medidas al chavismo empobrecedor, más bien pocho que “Maduro”, o al peronismo fascioso estilo Kirchneriano, en una visión infantilista de la realidad. En esos países que funcionan, las alternativas de gobierno tienen algo claro, que nunca se aliarán con quienes están en contra de la democracia y la economía liberal. En Alemania, el SPD nunca pactará con los antiguos comunistas de la RDA ni a la CDU se le ocurriría jamás flirtear con los filonazis del Partido Nacional de turno. Así que cuando aquí toque, recomiendo que piensen en opciones, que las hay, que tengan claro con quien pueden pactar y con quien no, a la hora de elegir Alcalde o Presidente de Comunidad, no sea que el experimento sobre la gravedad, algunos lo hagan con nosotros.
* Concejal PPN en el Ayto de Murchante