LA CONSTITUCION: ¿SOLUCION O PROBLEMA? Es evidente que España tiene un problema básico, y es la existencia de grupos secesionistas que trabajan por y para la destrucción del estado y la nación española. La Constitución del 78 es un intento de acabar con este problema por la vía del apaciguamiento, y así establece una división artificial en 17 comunidades autónomas a las que otorga toda clase de poderes, recursos y competencias. Desde el momento en que los independentistas vieron en sus manos las herramientas que la propia nación española había puesto en sus manos, las utilizaron para empezar a demolerla. A esto se sumó un sistema electoral que no exige a cada partido con representación en las Cortes el compromiso de acudir a las mismas en busca del bien común y el interés general de todos los españoles, aunque sea desde puntos de vista muy distintos, sino que permite la atribución de escaños (a menudo decisivos) a partidos que sólo representan y buscan egoístamente sus intereses particulares y territoriales, incluso aunque estos intereses consistan en perjudicar el bien común y los intereses generales del estado. Creo por tanto legítimo aprovechar este aniversario para reflexionar acerca de si la Constitución ha servido para resolver o no el problema al que trataba de dar solución, y si por tanto actualmente esta Constitución es la solución o el problema de España, como muchos pronosticaron.