PRIMAVERA POLITICA No sé si se habrán dado cuenta, pero desde la gran manifestación del día 17 ha caído sobre los navarros como un sopor y una molicie. El éxito de la convocatoria nos ha desmovilizado. Para colmo de males, inmediatamente se publicó una encuesta extraordinariamente favorable para el actual gobierno foral. Y encima ha salido el sol, las terrazas se han llenado y florecen los arbolitos. Hemos entrado en su juego, nos hemos tragado su estrategia. Pues lo siento pero los hechos no cuadran. Creo que nadie podría discutir el siguiente planteamiento: la Pax Etarra no interesa a tantos meses vista de las elecciones generales, el supuesto efecto electoral de una “paz” tan prematura se diluiría demasiado. La continuación de las negociaciones tras el atentado de Barajas o la excarcelación de De Juana, en cambio, sería un lastre para los partidarios del “proceso” de cara a las municipales y autonómicas, muy especialmente en Navarra. Así pues, a mí me parece pero que muy sospechosa y oportuna la supuesta ruptura del “proceso”. No me la creo. Una aparente ruptura de las negociaciones es justo lo que los partidarios del “proceso” necesitan para desmovilizar la rebelión ciudadana en Navarra. Incluso se ha detenido al comando Donosti en lo que a todas luces parecería un gesto de firmeza. Pero no es así. Por un lado, está la sospecha anteriormente expresada de que esto es justo lo que necesitan los partidarios del “proceso”; por otra parte, los hechos no encajan. Al aparente retorno del gobierno al sentido común, la lógica nos dice que ETA habría contestado con nuevos atentados: “si usted no cumple sus compromisos, le pondrán bombas, y si no se las ponen, es que ha cedido”. Pero hay más hechos que no cuadran. Mientras la policía detiene al comando Donosti, simultáneamente el Fiscal General retira sistemáticamente las acusaciones contra Otegui y sigue sin actuar contra el PCTV. Es como si se actuara ahora contra la ETA de Ternera para disimular la complacencia con la ETA de Otegui. Las piezas no encajan. Más aún: resulta que los detenidos de ese comando han recibido órdenes de no atentar en ningún caso contra los partícipes del proceso, ¿no tendría que ser al contrario? No tiene sentido. Y si aún tienen alguna duda sobre si la firmeza del gobierno es real o impostada, pregúntense ustedes si finalmente Batasuna podrá o no podrá presentarse a las municipales. Si uno apuesta por la hipótesis de una ruptura real del proceso, hay demasiadas cosas que resultan inexplicables; si en cambio consideramos la hipótesis de un apaño para enterrar el proceso hasta después de las elecciones, resulta que todo tiene sentido. Sobre todo cuando para el desenlace de ese “proceso” puede ser determinante el resultado electoral en Navarra. Así que ya podemos ir sacudiéndonos la autocomplacencia y la modorra, porque hablando del chuchú de la Barkos ni se defiende Navarra ni se moviliza al electorado. Adolfo Pérez – Jacoiste