A comienzos del pasado fin de semana, fue noticia otro acto de ruptura con el globalismo del Nuevo Orden Mundial (NOM) por parte de Donald Trump. Lo que ya en su día se hiciera abandonando la antioccidental UNESCO y rompiendo con el ecologista Acuerdo de París se ha trasladado a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por recordar, hay élites y esferas de poder que están urdiendo planes de avance revolucionario, buscando su aceleración, bajo el pretexto de la pandemia del coronavirus codificado como COVID-19. Al mismo tiempo, se evidencia la connivencia que hay con determinados regímenes (como el chino), al que, bajo criterio convencido, podemos atribuir el proyecto de ingeniería biológica (inhumana) en cuestión.
Al mismo tiempo, buena parte de los organismos políticos de orden más inferior tienden, junto a la prensa del mainstream, a alinearse con el relato oficial que se nos impone mediante manipulación. Empero, por suerte, aunque sean pocos, hay líderes políticos que se atreven a cuestionar toda esta operación liberticida y contranatura. Hablamos de Bolsonaro y Trump, yendo a «centrarnos» solo en este último.
Donald Trump acusa a la OMS de ser una organización «chinocéntrica»
Entiéndase por «chinocentrismo» la plena connivencia que existe entre la dirección del «brazo sanitario» de la ONU y el régimen tiránico totalitario comunista chino. Mucho antes de hacer el deployment del COVID-19 del controvertido laboratorio de Wuhan, ya se vanagloriaba el etíope Tedros Adhanom del «buen transcurso» de reuniones con parte de la élite comunista china en Ginebra.
Muy intensa ha sido la apuesta por la cooperación, al mismo tiempo que, en tiempos de pandemia, se ha tratado de censurar y vetar en la totalidad a Taiwán, cuyas autoridades han contrarrestado el problema sin secuestros políticos ni estrangulamientos masivos de la economía (lo cual se ha dado en España, Argentina y otros países occidentales).
Pero es que todo esto tiene un porqué muy fácil de comprender: la independencia de Taiwán se ve amenazada por Pekín mientras que la ideología de Adhanom casa con la de Jinping. De hecho, este señor fue líder de una organización política y terrorista, responsable del Terror Rojo etíope, que dejó, al menos, medio millón de muertos.
Por lo tanto, hay más que razones suficientes para que Donald Trump haya optado por retirar la financiación estadounidense a este organismo ideologizado. De hecho, supone un «importante golpe» ya que el país norteamericano es uno de los mayores contribuyentes financieros del «presupuesto» de la ONU y la OMS.
La OMS también promueve los genocidios contra niños no nacidos en todo el mundo
La ONU-OMS no deja de ser una entidad revolucionaria, que no solo busca el Estado Único Global, sino inculcar todas esas ideologías «progres», totalitarias y contranatura (entendemos por orden natural aquel de creación divina) como el homosexualismo, el multiculturalismo, el ecologismo, el animalismo y el feminismo. Nada en disonancia con la relevancia de regímenes comunistas y anticristianos.
Tampoco, por ende, es ninguna sorpresa que apuesten por la cultura de la muerte, financiando proyectos abortistas en, prácticamente, todo el planeta (hay gobierno y oenegés que se benefician de todo este entramado, tal y como uno puede imaginarse). Consideran que se trata de una «clave de salud sexual y reproductiva» de la mujer (esa es la teoría).
Por ello mismo, en las últimas semanas, han surgido iniciativas de acción y protesta contra la financiación abortista de la OMS (dejando, de esta forma, en evidencia a los gobiernos nacionales que por activa o por pasiva sean cómplices de estas maniobras), que procuran combinar los frentes físico y virtual en la necesaria batalla.
Una de estas es la campaña Make WHO Great Again, organizada por el Instituto Ordo Iuris de Polonia, con un ámbito internacional (se pretende exigir a los mandatarios de los Estados-nación que traten de que la OMS no destine su presupuesto a actos inhumanos), que en España cuenta con la colaboración del Centro Jurídico Tomás Moro (para firmar, hagan clic aquí).
La OMS no vela por tu salud
Creer que la OMS es una entidad que vela por la salud global es una absoluta falacia. Los avances científicos y tecnológicos dependerán del buen hacer de la sociedad por medio del mercado mientras que estos entes supranacionales tienen una agenda ideológica orientada hacia el Mal. Por ello, toda acción de protesta y debilitamiento de los mismos es más que conveniente.