Maider Beloqui es una concejal de Bildu en Pamplona conocida sobre todo por atropellar a dos ancianos en una zona peatonal, en una dudosa maniobra marcha atrás, sin que se le practicara etilometría y siendo despedida con dos besos por una significada y polémica agente de la Policía Municipal, perteneciente al sindicato APM, la cual además echó la culpa del atropello a los ancianos.
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Beloki ha llamado nuestra atención al repasar, en busca de planes de pensiones privados, las declaraciones de rentas y bienes de los miembros del consistorio. He aquí la declaración de Beloqui. No un resumen, sino toda la declaración.
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http://www.pamplona.es/verdocumento/verdocumento.aspx?iddoc=1332575
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El caso de Beloqui recuerda un tanto al de Uxue Barcos cuando era diputada en el Congreso, que por no declarar no declaraba ni una cuenta corriente: obviamente poco a poco fueron aflorando cosas en sucesivas declaraciones. Que la primera declaración fuera increíble no se le puede reprochar porque es lo que tienen a veces las declaraciones de Barcos. Pues bien, algo parecido pasa con Maider Beloqui.
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La declaración que acaban de observar, de la cual Beloqui sólo rellena los apartados 9 y 10, implica que la concejal de Bildu:
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-No tiene o no declara patrimonio inmobiliario.
-No tiene valores mobiliarios.
-No tiene valores representativos de la participación de fondos propios de cualquier tipo de entidad no negociados en mercados organizados.
–No tiene o no declara cuentas ni depósitos bancarios.
-No declara automóviles u otros vehículos propiedad del declarante.
-No declara bienes de especial valor, tales como seguros de vida, rentas temporales y vitalicias, efectos comerciales, planes de pensiones, dinero en metálico y otros.
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La declaración de Beloqui, además de sorprendente en sí misma, resulta sorprendente en comparación con el resto de declarantes de todos los partidos, todos los cuales ofrecen una información más o menos detallada, exhaustiva y creíble.
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Porque efectivamente, resulta poco creíble que Maider Beloqui no tenga ni una cuenta corriente. ¿Dónde cobra entonces su retribución salarial como concejal? ¿Cómo paga la luz o la contribución? ¿Puede tener un préstamo sin tener una cuenta y sin ser cliente de un banco?
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Es probable que Beloqui no esté ocultando ninguna fortuna, pero si hay cosas que Beloqui no nos está contando, cosas que todos los demás concejales sí han declarado, aunque sean cosas sin aparente importancia, como mínimo ya estaríamos ante un desprecio a la ciudadanía y a la transparencia debida por parte de Beloqui y de Bildu. Porque estas declaraciones resultan fundamentales para saber con cuánto entra y con cuánto sale alguien de la política. O qué conflictos de intereses puede tener un cargo público. O en qué contradicciones políticas puede incurrir, como en el caso de los planes de pensiones. Todo esto parece que está bastante a la vista en el caso de todos los concejales de Pamplona, pero resulta menos claro en el caso de Maider Beloqui, lo cual es absurdo. Porque si Beloqui tuviera un privilegio particular para no tener que rellenar su declaración con una mínima seriedad, no se entiende que lo tengan que hacer los demás. ¿O nos encontramos ante una mera política de gestos hueca en la que las declaraciones de todos no tienen que ser rigurosas? Sólo podemos creernos las declaraciones de los concejales siempre que no haya una que nos cueste tanto poder creernos.
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