El dato objetivo resulta estremecedor. La inversión extranjera en España ha caído un 60,4% en los primeros seis meses de 2025 en comparación al mismo periodo del año pasado, según el Registro de Inversiones Extranjeras DataInvex de la Secretaría de Estado de Comercio. Concretamente, la inversión extranjera ha pasado de los 21.407 millones de euros hasta junio de 2024 a los 8.476 millones entre enero y junio de 2025.
Podría alegarse que el año pasado fue extraordinariamente bueno, pero así y todo observamos que 2025 está siendo un mal año tomemos el contexto que tomemos como referencia. En los últimos 10 años sólo ha habido uno peor para la inversión extranjera en España y fue 2021, en plena pandemia y con todas las restricciones y confinamientos que vivimos. Incluso 2020, aquejado en buena parte por esa misma situación, fue mejor que este año. Diez años de crecimiento global después estamos en cifras inferiores a 2015 y muy inferiores a 2017 y 2018. El dato es malo y preocupante sin discusión.
Resulta llamativo que los medios sanchistas pretendan vendernos la imagen de que Pedro Sánchez es una especie de héroe internacional o que todas las economías del mundo envidian a la española. En primer lugar eso no es verdad. La imagen de Pedro Sánchez en el exterior es lamentable. Empeorará seguramente aún más en el futuro, pero ya es lamentable a fecha de hoy. En segundo lugar, una cosa son las palabras y otra la realidad. La realidad son los hechos. Si los inversores extranjeros dejan de invertir en nuestro país no hacen falta más evidencias de que no creen en las bondades de nuestro gobierno ni de la economía española, aunque Bill Gates le entrege a Pedro Sánchez una estatuilla con el logo de la Agenda 2030.
¿Por qué los inversores extranjeros dejan de creer en nuestro país? Una de las razones es sin duda la imagen exterior que están ofreciendo todos los casos de corrupción que rodean al PSOE. Las alianzas nacionales e internacionales de Sánchez tampoco pueden dejar de preocupar a cualquier inversor. ¿Quiénes son los aliados internacionales de Sánchez? ¿Petro? ¿China? ¿Hamás? ¿En qué bloque y frente a quién nos coloca Sánchez a escala mundial? Además, ¿puede fiarse un inversor extranjero de un país en el que personajes como Belarra, Iglesias, Otegui o Rufián tienen la llave de la gobernabilidad? Obviamente Bill Gates te puede dar un premio, primero porque es lógico que uno de los principales líderes y beneficiarios del globalismo mundial premie el vasallaje globalista, y segundo porque si financias con dinero público ciertas causas que financia la fundación de Gates, suben las probabilidades de ser premiado por Gates.
Seguramente un inversor internacional, por suerte para nosotros, no está al día de las cosas que dicen Belarra, Iglesias y compañía, pero sí es perfectamente consciente de las consecuencias de las malas compañías del presidente. Ante este contexto nacional mucho está aguantando la inversión exterior. Qué sería de la España sanchista si no fuera por otro lado por el marco y el sostén de la UE. Así y todo, cualquier inversor extranjero sabe que el marco legal y fiscal español es desfavorable y hostil. Sabe además que es cambiante, por lo que no ofrece seguridad, y que por tanto hoy es malo pero mañana será peor, imprevisiblemente peor.
