Los hallazgos de la Oficina Anticorrupción de Navarra, o en gran medida en el caso de la obra de las VPO de Ripagaina la falta de hallazgos, conforman como se verá un escándalo que desborda al gobierno de Chivite e implica al de Uxue Barcos. Cerdán y Antxon Alonso se vienen forrando en Servinabar con la concesión de obras públicas desde que llegaron a Navarra los gobiernos del “cambio”. Decimos que la falta de hallazgos más que los hallazgos de la Oficina Anticorrupción son un escándalo porque, cuando esta ha reclamado a la administración foral los documentos y las actas de la concesión de las obras a Servinabar, resulta que no hay ninguna documentación. ¿Dónde están las actas de la adjudicación en Nasuvinsa de las VPO? Ni siquiera se han encontrado los sobres con las ofertas de las empresas que no eran de Servinabar. ¿Se tomaron en cuenta? ¿Se abrieron siquiera? ¿Por qué han desaparecido? ¿Dónde están?
Respecto al sobre con la oferta de Servinabar, resulta que según Anticorrupción debería haber sido descalificada por meter indebidamente información de un sobre en otro. En cuanto a la valoración de las distintas ofertas, Anticorrupción sólo ha podido conseguir un galimatías con flechas y anotaciones a mano que constituye “un desprecio absoluto por el procedimiento legalmente establecido”.
Anticorrupción señala además que la propuesta de adjudicación a Servinabar se habría producido antes de abrir las propuestas alternativas de otras empresas y sin que siquiera constara que la UTE de Servinabar y Acciona estuviera debidamente constituida.
Al no haber un acta de constitución de la mesa de contratación, según Anticorrupción ni siquiera se “puede asegurar que el resto de licitadoras presentaran la documentación exigida en las licitaciones”. La propuesta de adjudicación del contrato tampoco aparece por ninguna parte. Si todo esto es extraño y no se comprende la desaparición de toda la documentación que debería haber existido y debiera haber sido aportada a la Oficina Anticorrupción, no menos llamativo le parece a Antocorrupción que en el Gobierno de Navarra a ninguno de sus niveles llamara la atención a nadie todo el rosario de irregularidades y lagunas observadas en la adjudiciación.
El informe de Anticorrupción sobre las VPO de Ripagaina prácticamente hace bueno el alegato de Chivite presumiendo de que la adjudicación de las obras de Velate a Servinabar son la obra pública más transparente que ha habido en Navarra con este gobierno. Efectivamente viendo la opacidad, el desprecio al procedimiento, las lagunas y la falta de vigilancia en la adjudicación de las VPO, puede que realmente la adjudicación de los túneles sea transparente en comparación.
El ridículo del gobierno de progreso llega a niveles rayanos con el surrealismo en esta cuestión. Para justificar todo lo anterior, ahora Barcos y Chivite tienen que descalificar a la Oficina Anticorrupción que ellas mismas crearon para luchar contra la corrupción, o para avalar que sus gobiernos eran honrados. Cuando esta Oficina señala sus irregularidades, entonces resulta que hay que descalificarla. ¿Acaso no era tan de Bildu esta oficina ahora que les señala que cuando la crearon? ¿O no importaba que la controlara Bildu hasta que la Oficina les ha señalado sus irregularidades? ¿Y no es Bildu un socio más de su gobierno al que han naturalizado a todos los efectos? O sea, aquí ya no es la oposición quien les está señalando sino sus propios socios. La cuestión además es que la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. No nos digan que la Oficina Anticorrupción ahora no val: si quieren descalificar su informe presenten toda la información que la Oficina dice que no aparece por ningún lado. Justifiquen que el proceso fue limpio y que es mera «casualidad» que Servinabar, la empresa que se ha estado llevando millones y millones de obra pública en adjudicaciones irregulares, es casualidad que fuera propiedad de Santos Cerdán y Antxon Alonso.
Al margen de lo que se pueda pensar de la Oficina Anticorrupción, la Cámara de Comptos también señaló que la adjudicación de los túneles de Velate se produjo en un procedimiento en el que no estuvieron garantizados los principios de igualdad y transparencia. Miente por tanto Chivite cuando asegura que Comptos avala la actuación del gobierno o que la adjudicación fue transparente. Comptos de hecho dice todo lo contrario. En todo caso se le podrá reprochar a Comptos que, señalando que no hubo igualdad ni transparencia en el proceso, en el que 3 de los técnicos de la mesa emitieron un voto particular denunciando irregularidades, no fuera tan duro en el lenguaje como la Oficina Anticorrupción. Lo que sea como sea tenemos delante es un rosario de obras concedidas a través de procesos irregulares, con los gobiernos de Barcos y Chivite, de cuyas irregularidades se ha beneficiado “casualmente” la empresa de la que era copropietario Cerdán. No es que haya que ser un genio para unir los puntos con una línea, es que habría que ser inútil para no verlo. O ser un inútil o estar implicado en el ajo.
