La censura «progre» y revolucionaria de las grandes corporaciones tecnológicas sigue aumentando la lista. Lo que ya se hiciera contra el expresidente norteamericano Donald Trump y, condicionalmente, contra la formación política VOX, ha vuelto a repetirse contra otra entidad que pone en jaque al establishment cuyas características ya conocemos.
Oficjalne oświadczenie #Konfederacja w sprawie usunięcia naszego profilu na portalu Facebook. pic.twitter.com/mHOpxeK6Xr
— Konfederacja (@KONFEDERACJA_) January 5, 2022
Hoy, 5 de enero, de manera irrevocable en teoría, los servicios de Meta, la personalidad jurídica mediante la cual Mark Zuckerberg controla su red social Facebook, han tumbado la página de la coalición política de derechas Konfederacja (Confederación en polaco).
Para recordar, esta entidad surge de un acuerdo entre los paleolibertarios y conservadores pro-mercado del partido de Korwin-Mikke (Wolnosc), los tradicionalistas monárquicos bajo el liderazgo de Grzegorz Braun (Asociación de la Corona Polaca) y los nacionalistas identitarios del Ruch Narodowy.
Como puntos comunes, en general, están la defensa del derecho a la vida y la familia natural, el control migratorio, la salida de la UERSS bruselense, la apuesta por una mayor libertad económica y la oposición a las directrices comunistas a la hora de lidiar con la situación causada por el coronavirus codificado como COVID-19.
Los motivos teóricos del veto: «desinformación» e incitación al odio
La entidad de Zuckerberg ha justificado la censura de estos contenidos en una «necesidad» de combatir la «desinformación sobre el coronavirus» y «la incitación al odio», como hacen en otras ocasiones contra otros muchos que cuestionan la «verdad oficial» y la corrección política izquierdista.
Pero lo que en realidad ocurre es que la Confederación se opone a las directrices de ensayo social que se presentan como «medidas» a la hora de contrarrestar lo que también, siguiendo la retórica trumpista, debemos de denominar «virus chino» (cada cual tendrá sus matices a título personal, pero la heterogeneidad orgánica no tiene por qué demonizarse).
Sin cercenar el derecho a optar por vacunarse, siempre se han opuesto a las restricciones a la actividad económica (el pasado año, lanzaron una campaña de apoyo a los negocios que quisieran sortear el cierre forzoso), el «pasaporte de vacunación» (modelo chino) y los obstáculos a la libre circulación interior y exterior.
Por otro lado, nunca han propagado odio de ninguna clase, sino defendido el orden natural, la tradición católica y la identidad polaca frente a las ideologías revolucionarias (abortismo, ecologismo, ideología de género, multiculturalismo…). Consideran que urge reforzar la seguridad fronteriza así como abandonar la Convención de Estambul, con mucha más contundencia que la «izquierda patriótica» de Ley y Justicia (abreviada en polaco como PiS).
La Confederación, un fenómeno político que ha venido para quedarse
Como apunta el miembro de la directiva de Wolnosc Tomasz Grabarczyk, Internet puede ser crucial para librar una batalla electoral. De hecho, es el principal recurso con el que contamos a la hora de defender la propiedad privada y el libre mercado y de oponernos al marxismo cultural.
La Confederación no solo puede convertirse en la cuarta fuerza política polaca, al alza, con probabilidades de condicionar en cierta medida el futuro tablero parlamentario polaco (pudiera ocurrir que la pérdida de mayoría absoluta del PiS no deviniese en una mayoría absoluta de la Plataforma Cívica, el PP polaco, junto al invento centrista de Szymon Holownia y a Lewica).
Es una de las agrupaciones políticas que más interés suscita entre los jóvenes polacos (de hecho, en la zona más conservadora de Polonia, a la que pertenecen voivodatos como Lublin y Subcarpacia, obtienen un apoyo más elevado que los socios del PSOE y de PODEMOS, dentro de Lewica).
Las convenciones veraniegas de Slawomir Mentzen, economista y vicepresidente de Korwin así como político bastante consistente en materias de fe y moral, suelen abarrotar de jóvenes los salones de actos y terrazas donde se organizan.
También es bastante activa, con éxito, en redes sociales como Twitter y Facebook. En la segunda de estas plataformas de las Big Tech, sus publicaciones acumulan un impacto que aventaja en dos millones de unidades a la suma que en conjunto acumularían Ley y Justicia, Plataforma Cívica y PL2050 (Holownia).
Siempre enfrente ante estos atropellos «progres»
Una vez más, sin renunciar a ningún campo de batalla, conviene seguir preparado y en pie ante las constantes amenazas a la libertad de expresión por parte de estas entidades que colaboran con el estatalismo despiadado.
No tengamos miedo a perder una página o a sufrir ciertos obstáculos tecnológicos. Podemos considerar otras alternativas, explotando nuestros dones creativos y la posibilidad de competir en el mercado. Pero la Verdad acaba triunfando y siempre tendremos de parte nuestra al Espíritu Santo.