Se comenta estos días-con mucho sarcasmo- entre los autónomos Navarros, y pequeños empresarios que, si tienes un crédito pendiente de renovación en la antigua CAN, eres como un Zombi o “muerto viviente”. Me explico:
Se esta empezando a echar de menos una caja de ahorros de los navarros, tras la defenestración y lapidación de la supuestamente propia (¿). Y es que las antiguas oficinas de la CAN y ahora de la llamada Caixa-Can están en una especie de limbo y fuera de juego -esperemos que transitorio-; donde sus empleados permanecen en un desconocimiento total de la situación a la que se enfrentan dentro de su nueva estructura y sin recibir ningún tipo de indicación, por parte de la nueva dirección, en cuanto a todas las cuestiones relativas a la concesión de créditos a sus antiguos clientes de CAN y demás. Tampoco en las tradicionales oficinas de La Caixa de Pamplona se quieren hacer cargo de los servicios a estos antiguos clientes de CAN y los envían con premura hacia su oficina de toda la vida -ahora CaixaCan.
No es difícil ver estos días a muchos propietarios y socios de pymes navarras que, habiendo trabajado con la CAN durante años, se ven ahora obligados a deambular por las calles de Pamplona y por los distintos bancos asentados en nuestra comunidad en busca de unos créditos que en su banco habitual -Caja de Ahorros de Navarra; ahora CaixaBank- le son gestionados pacíficamente y alargados en el tiempo -meses-; cuando no negados en sus renovaciones.
Rara vez el esfuerzo de estos pequeños empresarios nuestros -sobre los que se basa, en buena parte, el saneamiento de nuestra pequeña economía foral- se ve recompensado por el éxito. Y es que si el banco donde han estado siempre, hasta ahora, no les renueva sus créditos -desamor-, …¿como le va a conceder dinero quien no les conoce de nada? -solo por unos asépticos balances, sobre frío papel. Ademas, todos estos otros bancos y cajas, con oficinas en nuestra comunidad, se están viendo absolutamente desbordados por esta situación que les están generando los antiguos clientes de la CAN, ahora despreciados-tránsfugas obligados-. Por no hablar de la falta de liquidez por la que atraviesan muchas entidades financieras Españolas, por distintas causas; entre ellas la utilización de sus recursos en la compra de la rentabilísima Deuda Pública, encaminada a cubrir las grandes necesidades de este estado nuestro, tan “Gargantúa”.
Si tenemos en cuenta que CAN no supone dentro del entramado de Caixa ni el 1% de su negocio total, comprenderemos la pequeñez irrelevante de “estas angustias locales” dentro de esta nueva caja para los navarros, que no de los navarros.
En fechas próximas-antes de San Fermin- podremos constatar las consecuencias de esta falta de financiación en nuestras empresas que se traducirá, sin duda, en el cierre de un mayor numero de ellas y mas paro en nuestra comunidad.
Son consecuencias de la gestión ejercida durante estos años por esa casta política local, tan denostada; que ha traído, en su inoperancia, la ruina y venta de una de las cajas, antaño, mas rentables de España -nuestra, entonces, Caja de Ahorros de Navarra.