Somos muchos los que estamos convencidos de que UPN es el partido necesario para la inequívoca defensa de Navarra su foralidad e identidad desde su no dependencia de un partido nacional concreto. Por ello y para ello lo fundó en 1979 Jesús Aizpún al comprobar que el partido nacional, -entonces UCD-, negoció con los nacionalistas la funesta disposición Transitoria Cuarta de la Constitución.
UPN caminó convenciendo y creciendo hasta que en 1991 se llevó a cabo un pacto de Fusión con el PP, si bien ambos partidos subsistían por independiente. Por esta fusión el PP se disolvía y sus afiliados convertidos, con la cabeza pero no con el corazón, al regionalismo se “afiliaron” a UPN. En contrapartida los diputados al Congreso de UPN deberían integrarse en las filas del PP en Madrid.
Han pasado 17 años. Ha desaparecido la razón de la fusión porque no se accede al Gobierno ya por la lista mas votada sino por mayoría parlamentaria, desapareciendo la razón política del Pacto de Fusión. La situación es distinta y los efectos de la fusión no son deseables en la actualidad. UPN gobierna en Navarra sin la libertad de alcanzar acuerdos de Gobierno con otros partidos, y lo que es mas grave el Gobierno de Navarra no tiene libertad para pactar con el Gobierno de la Nación fundamento de la foralidad, ni con el partido que lo sustenta.
Hay otros efectos colaterales. El primero de ellos es que UPN, es el partido invisible. En los últimos ocho años ha desaparecido de la política nacional adquiriendo en los medios de comunicación el carácter de la delegación o la franquicia del PP en Navarra; el segundo el haber metido a Navarra y su Gobierno en el paquete de la oposición con la mecánica de ser derrotadas cualquier propuesta subsumida en el partido de la oposición. En la pasada legislatura fueron derrotadas propuestas sobre temas forales; ¡gravísimo!
Esta situación negativa hay que resolverla recuperando la personalidad política nacional de UPN y llevar a cabo un nuevo entendimiento con el PP con nuevas base y nuevos mimbres adecuados a la situación actual.
No soy el único que esta satisfecho de que el Presidente de UPN y los órganos del partido hayan decidido intervenir en la política nacional que habían abandonado los últimos ocho años, como también esperamos que nuestros representantes sean fieles a la oferta de ser “nuestra voz en Madrid”, ya que por el momento solo se escucha en la Tribuna de oradores a la única representante navarra separatista.
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José Javier Viñes. Ex Senador por Navarra de UPN.