Quo Vadis Perú?

Tras los primeros resultados electorales de la segunda vuelta en Perú, intento alejarme de la subjetividad y escribir este artículo como periodista, más que como una ciudadana peruana que cree y vive la libertad.

Sin embargo, es sabido que aunque los periodistas se ufanan de su objetividad, ésta no existe como tal. Por tanto haré el intento, en este ejercicio, de no involucrar demasiado los sentimientos que devienen en mi tras el triunfo de lo que yo considero el mal, el triunfo del comunismo, del estatismo, del etnocacerismo, en detrimento del Estado de Derecho, de las libertades y el desarrollo económico que tan bien se sentían y se vivían en Perú hasta hoy.

Los resultados, hasta el final de esta nota están claros. Al 100% del conteo rápido de la Asociación Civil Transparencia, Ollanta Humala obtuvo el 51.5% de votos frente al 48.5% de Keiko Fujimori. En este escenario, ya se podría declarar que Perú tiene nuevo presidente. El primer presidente de izquierda elegido democráticamente. Aunque pongo en total duda la tendencia izquierdista de Humala. Él representa el etnocacerismo, el nacionalismo a ultranza amparado y financiado por Hugo Chávez y que, para fines electorales, se alió a la izquierda peruana.

Es cuando empiezan los paralelismos pues fue en un proceso democrático que Venezuela eligió a Hugo Chávez, Bolivia a Evo, Ecuador a Correa y así, ejemplos sobran en nuestra Sudamérica, cada vez más roja y menos libre. Ampliándose de esta manera el bloque comunista de “repúblicas bolivarianas”.

Ya un poco más recuperada del shock ocasionado tras el primer flash informativo, es necesario reflexionar sobre los motivos o circunstancias que llevaron a estos resultados y hacia dónde vamos a partir de hoy, o del 28 de julio -fecha en la que Humala asumirá oficialmente el cargo de Presidente del Perú.

El escenario

El pasado 10 de abril tras unos comicios entre 11 candidatos, Keiko Fujimori y Ollanta Humala obtuvieron los puntajes que los acreditaron para la segunda vuelta electoral. A partir de ahí hubo una reestructuración de la estrategia política y de la estrategia de marketing. Mientras por un lado veíamos a una Keiko segura de sí, vendiendo la idea de orden y seguridad. Su contrincante, el comandante Humala, con los asesores brasileros que llevaron a Lula a la Presidencia en Brasil, afianzó aún más su imagen concertadora, amical con mensajes que vendían ilusiones. Y, en el fondo -y en la superficie-, acertó, porque dijo lo que el electorado quería escuchar.

Pero todo no queda en la mera utilización de los recursos de comunicación. Keiko Fujimori pierde también por una consecuencia lógica de los errores en los últimos días. Pudimos apreciar un comando de campaña que manejaba diversos discursos y que inmortalizaron frases tan célebres como: “Nosotros matamos menos” del vocero Jorge Trelles, el alusión a las víctimas del fujimorismo frente a la de los otros gobiernos (exabrupto que le costó el cargo de vocero oficial). “No se les esterilizó contra su voluntad, fue sin su voluntad” – Rafael Rey, candidato a la primera vicepresidencia, refiriéndose a los 300 mil casos de esterilizaciones forzadas que se investigan al régimen de Alberto Fujimori. “Sí, yo soy el autor del fuji-shock” – Hernando de Soto. Entre otras que disonaban del discurso de la lideresa de Fuerza 2011.

Por otro lado, en Fuerza 2011 invocaban a un nuevo fujimorismo, alejado de los errores del pasado, sin embargo mantenían la presencia de personajes que permanecían en el recuerdo colectivo, como Martha Chávez, Alejandro Aguinaga y el mismo Rafael Rey, quienes recordaban lo malo del régimen que todos querían dejar atrás. Lamentablemente, y a pesar de los continuos mensajes que Keiko manejada, no se supo separar con tiempo del entorno de su padre.

Al empezar este artículo prometí objetividad y estas reflexiones devienen de un necesario análisis que busca encontrar las debilidades y errores cometidos, a fin de superarlos y a futuro confluir en una fuerza consistente e inteligente que haga frente al gobierno socialista que está por iniciar.

El contrincante

Ollanta Humala, desde el inicio de su campaña electoral intentó identificarse con una imagen conciliadora y de concertación. Con una izquierda light. Un hombre que, incluso, intentó conciliar con la Iglesia Católica y con el empresariado peruano. Y, aunque en un principio era difícil de creerle, poco a poco y con audacia fue ganándose la ingenua confianza de los ilusos electores.

Tuvo suerte. Keiko no utilizó como su caballito de batalla el talón de Aquiles del Comandante: su vínculo con Hugo Chávez. Y, si bien al final de la campaña hacia la segunda vuelta se hicieron públicos informes que dejaban claro la relación entre Chávez – Humala, ya fue tarde para calar en el subconsciente colectivo.

Y, otra vez hago alusión a la suerte de Humala. Se ganó aliados gratuitos, ad honorem como Mario Vargas Llosa y su hijo Álvaro. Dos liberales y críticos, desde siempre, de gobiernos totalitarios como el de Chávez, ahora le hacían campaña al candidato nacionalista, defendiendo los derechos humanos y olvidando que el liberalismo es mucho más que ello. Y luego arribaron a tiendas humalistas, líderes y técnicos pro-mercado, como Alejandro Toledo, ex Presidente del Perú y candidato presidencial que quedó en cuarto lugar en la primera vuelta; Kurt Burneo, Presidente del Banco Central de Reservas en la época de Toledo y otros tantos que causaron la sorpresa de propios y extraños por la inconsecuencia de sus principios.

Qué nos espera

Lo que se viene está más o menos claro, siguiendo los modelos de Venezuela y Bolivia. Tan cercanos. Primero una etapa concertadora que será a manera de tregua, en donde Humala invitaría a participar de su Gobierno a técnicos y a personalidades que le den a su Gobierno un matiz más de centro. Pasado este “período de gracia” tendría cuatro años para implantar su política populista, sus reformas estatistas e, incluso, sus intenciones de perpetuarse.

Pero desde esta tribuna le recordamos al virtual Presidente el Perú que  existe un 48% de peruanos –en promedio- que no votó por él y que está esperando señales positivas del futuro mandatario. Humala tiene el reto de ganar la confianza no sólo del empresariado, sino de la ciudadanía en general. En ese sentido deberá nombrar a técnicos y profesionales dentro de su Gabinete que marquen la pauta del camino económico a seguir.

Debe mantener una mayoría política muy de centro, sin embargo no “traicionará” su propio plan de gobierno. Y ahí se le presenta otro reto al virtual Presidente, porque si bien debe reducir el miedo que se tiene hacia su modelo y hacia lo que él representa, olvidará los planteamientos que le merecieron el apoyo de sus seguidores en la primera vuelta electoral y su posicionamiento político.

Con una bancada humalista disociada, el acercamiento del ex presidente Toledo supondría una alianza entre Gana Perú y Perú Posible, alcanzando mayoría parlamentaria.

Durante su campaña política Humala se preocupó por enfatizar su sinceridad y coherencia. He aquí una prueba difícil que tendrá que aprobar y superar el nuevo mandatario.

Mientras tanto, nos llegó la hora de organizarnos como sociedad civil para resistir, durante los próximos años, el avance socialista. Y este también es un gran reto para todos los peruanos.

 

 

Compartir este artículo

CLAVES EN OPINIÓN

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.
Logo_Positivo.webp
Logo_Positivo.webp

Suscríbete a nuestro boletín