¿Qué será entonces Navarra? < Mikel Goñi Parece que finalmente el inefable ZP se ha sacado de la manga la solución definitiva al estancamiento que sufría el proceso de aprobación del estatuto catalán. La imaginativa propuesta es, ni más ni menos, que incorporar la definición de Cataluña como nación en el preámbulo y no en el articulado del texto, increible manera de afrontar la disyuntiva. Ya puestos podría escribirse en el margen y con tinta gris para disimular un poco. Esto es lo de siempre: juegos florales y fuegos de artificio para despistar, ¿qué importa el lugar que ocupe; delante, detrás encima o abajo, tamaño desvarío?, lo trascendental es la apertura de un melón que a partir de ahora puede suceder al amparo de una definición tan falsa como peligrosa. Porque vamos a ver, si una región cuya idiosincrasia propia nunca sobrepasó la categoria de condado; sin reyes, cortes, ni leyes exclusivas; con una lengua prima hermana del castellano, resulta ahora que es una nación independiente o en vias de serlo… ¿qué será entonces nuestro viejo Reino de Navarra, patria de los indómitos vascones, con su misteriosa y antiquísima lengua, con nuestros reyes y cortes, con instituciones propias transmistidas hasta nuestros días en continua evolución pero sin interrupción y con una historia vertebrada en torno a nuestra fuerte identidad, plasmada en el respeto propio y exigido a nuestra ley foral, garantía de nuestra personalidad? ¿Gran Reino Unido de Navarra? y ¿qué decir de España? ¿Cómo definimos a la patria común de los españoles? por elevación: Imperio Máximo Hispánico o algo así. Sensatez señores, sensatez, que por mucho que llore el niño caprichoso, si se le aplica la teta sin control, no se le hace ningún bien, y menos se convierte en lo que no es.