José Javier Solabre Heras

A VUELTAS CON LA DISPOSICIÓN TRANSITORIA CUARTA Hace tiempo que el presidente del Gobierno de Navarra, Exmo. Miguel Sanz Sesma, insiste en la necesidad de eliminar la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución en el marco de la reforma constitucional que tanto anima el Gobierno del socialista Rodríguez Zapatero. Para saber de lo que estamos hablando, esta disposición dice: “1.- En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el artículo 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente (el Parlamento de Navarra), el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada en referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos validos emitidos. 2. Si la iniciativa no prosperase, solamente se podrá reproducir la misma en distinto período del mandato del Órgano Foral competente, y en todo caso, cuando haya transcurrido el plazo mínimo que establece el artículo 143. (El plazo al que se refiere este artículo es de 5 años).” Ahora la ambigüedad del Partido Socialista de Navarra -que ya no se sabe si lo dirige el Sr. Chivite o “Txibite”- resulta preocupante, pues si anteriormente se estaba por eliminarla, ahora no sabemos cómo se ha vendido a Navarra, o como se pretende vender. La cuestión que se está planteando es si los navarros tenemos el derecho y la soberanía plena para decidir sobre la cuestión de la unión entre Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca. Y dicen que si se suprime la Disposición Transitoria este derecho dejará de pertenecernos para pasar a manos del Parlamento del Estado. Ahora le interesa a Zapatero que pueda optarse al referéndum para que en aras de un ejercicio de falsa soberanía el pueblo navarro pueda, cegado por una venda peligrosa, optar a un referéndum. No se trata de quitarle la soberanía a los ciudadanos Navarros para dársela a nadie, se trata de defender que Navarra siga teniendo su adecuada identidad dentro de España, y no enmascarada por otra (la vasca) que no es la que le corresponde, ni histórica, ni nada. Pero además, la Disposición Adicional 2ª de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra dice: “El Parlamento de Navarra será el órgano foral competente para: a. Ejercer la iniciativa a que se refiere la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución. b. Ejercer, en su caso, la iniciativa para la separación de Navarra de la Comunidad Autónoma a la que se hubiese incorporado. No es necesario pensar demasiado para saber, o entrever qué es lo que pretende Zapatero, o para saber qué es lo que ha llegado a pactar sin contar con nadie. José Javier Solabre Heras

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