Como decía entonces, la obra puede llegar a costar unos cinco o seis millones de euros por kilómetro. (¡…calculen!) Eta sabe cómo se va a pagar (el gobierno vasco paga las obras y luego – o anualmente- vía cupo se descontará lo pagado) y como organización mafiosa que es quiere su parte.
Así de simple. Eta sabe que el gobierno de la nación, que es el que finalmente va a pagar las obras, no va a revisar ni auditar la cantidad que el gobierno vasco le diga que ha costado la obra año a año. Así, que si unos azuzan el árbol y otros reparten las nueces, los primeros quieren que los segundos les den su parte. Que ya toca. Y, ahí estamos. ¿Cederá el gobierno vasco al chantaje?
En Navarra no estamos mucho mejor. Hace unos días se buzoneó de forma masiva en muchos domicilios de Pamplona un falso "aviso de pago" atribuido a una inexistente "Delegación foral tributaria y de recaudación de impuestos" en el que se explica el coste de la futura (esperemos) construcción del AVE en Navarra.
Aunque la iniciativa pueda parecer inocente, yo no lo veo así. Eta prepara el camino para justificar su futuro chantaje en Navarra. Y para ello necesita crear un movimiento anti-alta velocidad, supuestamente social y apolítico, que luego pueda servirle para legitimar sus crímines. ¿tontos útiles o piezas de un macabro puzzle?
En nuestra comunidad sabemos lo radical y extremista que ha sido históricamente el movimiento nacionalismo vasco. Vamos a ver cómo se posicionan los abertzales ante esta movida fantasmal antiave tutelada en la sombra por los violentos de siempre. Mucho me temo que los Nabai contemporizarán con sus acciones, acogerán sus argumentos y compartirán pancarta. Ya lo verán. Luego Eta actuará y entonces se unirán a las condenas, veremos los golpes de pecho y los desmarques temporales (como en Azpeitia) y la hipocresía equidistante de siempre.
Ojalá me equivoque.
(…pero al final la obra se hará, y al acercarnos al resto de españoles, vía Madrid y vía Vitoria, todos estaremos más unidos que antes. Que es la razón fundamental por la que no quieren la obra. ¡Paletos!)