Pues nada. Si Navarra se quedara finalmente sin eurodiputado navarro no pasaría nada. En primer lugar porque en ningún documento europeo se dice que Navarra tenga el derecho a tener eurodiputado. (Somos poca gente, y la circunscripción electoral en este caso es España). Y en segundo lugar no pasaría nada porque ni los diputados ni los eurodiputados tienen la más mínima obligación legal de tener contentos a quienes le han votado. En Europa, como en España, como en Navarra, no existe el "mandato imperativo", por lo que un cargo electo, una vez que es electo, se puede desligar de sus votantes totalmente hasta el punto de que muchos llegan a confundirse con un sillón… y por eso a veces nos parece que los escaños están vacíos.
Naturalmente que sería hermoso que hubiera un representante de Navarra en el Parlamento Europeo. Pero tal como está establecido el sistema, para tener un eurodiputado 100% navarrico tendríamos que votar todos a una ya que para alcanzar representación en Estrasburgo son necesarios más o menos unos 300.000 votos. Y luego, naturalmente estaría por ver qué es lo que garantiza el simple hecho de haber nacido en Murchante, por un suponer.
En fin: un poco de coherencia, señores. Si quieren garantizarse que haya un representante navarro que defienda nuestros intereses en aquellas latitudes exijan un cambio en el sistema que incluya la representación de las regiones en el Parlamento Europeo. Pero si lo que quieren es mantener el sistema actual olvídense de las cuotas, los enchufes, los lobbys y los mangoneos provincianos porque un eurodiputado, en pura teoría, es insobornable y no puede tener en su conciencia y su corazón mas que una lealtad: la grandeza de la Europa.
Jerónimo Erro