Si yo fuera agnóstico supongo que me fastidiaría bastante ese empeño de los cristianos por pasear su dolor por las calles. Pero tal como soy me gusta la Semana Santa, tan llena de momenticos entrañables. Oficios, procesiones, música sacra… Me gusta contemplar, aunque sea en trazos discontinuos, distraido por la publicidad turística, la historia con final feliz del Nazareno. Ya pueden los detractores relativistas decir que sólo es folclore, que sólo es inercia tradicional, estética siniestra, pura superstición. No saben lo que dicen. Para folclore unas elecciones, para costumbre irracional el fútbol, para siniestro el "jálogüin" importado, para superstición el telediario. Pocas manifestaciones públicas tienen tanta fuerza y vitalidad hasta en la ultima parroquia y eso que nosotros, al menos los navarros del norte, gente pirenaica, no somos especialmente saeteros. Hay en Navarra Semana Santa para todos los gustos, y en todas partes sigue siendo -faltaría más- una catequesis sustentada en una teología seria. Que Vds. la disfruten, que Vds. la vivan. Y ¡Felices Pascuas!
Jerónimo Erro