Enseñaba Julio Camba que el socialismo no tiene interés alguno en destruir la sociedad burguesa. "La amenazan de muerte -escribió en tiempos de la República-, pero, a semejanza de lo que hacen en América los gangsters con los niños secuestrados, serían capaces de cantarle canciones de cuna y de sacarla a hacer pipí". Al igual que Chesterton, el gran periodista gallego se dió cuenta de que socialismo y capitalismo eran ˝una sola y misma fuerza, cuyo objetivo principal consiste en abolir la propiedad privada y en destruir la personalidad individual".
Setenta años después estamos en las mismas. Llega como un tsunami un misterioso desastre financiero que amenaza con destruir nuestra delicada sociedad burguesa. ¿Y quienes son los primeros en movilizar la maquinaria estatal, (o sea, el dinero de nuestros impuestos) en defensa del sistema capitalista? Los socialistas. Ellos, los pijoprogres, que no saben vivir si no es a costa del presupuesto. Los "ciudadanos" ejemplares (o sea, los "burgueses") que desde la tribuna hipócrita de la justicia social hablan de ciudadanía para no decir "burguesía". Ellos, aparecen ahora como los médicos de todos nuestros males económicos. Y encima tendrán la desfachatez de explicarnos que, para que volvamos a estar a gusto y cómodos tendrán que hacernos todavía un poquito menos libres. Y que tendrán que seguir sangrándonos para "asegurar nuestros ahorros" cuando lo único que tenemos es deudas. Es el colmo.
Jerónimo Erro