Aquí hay menos paro, aunque lo hay. Y la hacienda foral recauda más que la media, aunque menos que antes. Y el sol brilla más que en las comunidades limítrofes, aunque algunas nubes afean el horizonte. En tantas cosas estamos mejor que el resto de los españoles que al final casi nos vamos a creer que los navarros somos el pueblo elegido. Tenemos una industria envidiable, un comercio activo, una agricultura de lujo, una educación de primera, una sanidad puntera, unas carreteras 100% europeas. ¿Qué nos falta para ser felices? Tenemos en Navarra unos políticos de lo más preparado, y de casi todos los colores, unos deportistas de élite, un ciclismo internacional, una música famosa. ¿Tendremos algo que cambiar? El turismo va creciendo viento en popa, los monumentos están más cuidados que nunca, zonas verdes no nos faltan y de parques naturales no digamos. ¿Por qué no se viene todo el mundo a vivir a Navarra? Tenemos misioneros a cientos, y aventureros, y voluntarios, y donanes, y curas buenos digamos que bastante por encima de la media de la cristiandad, unas iglesias que parecen catedrales, y cada funeral es digno de un rey. ¿Es posible mayor "bienestar"? Habrá que procurar que no se nos olvide que somos enanos sobre hombros de gigantes, tuertos en el reino de los ciegos. Habrá que tener cuidado con el orgullo.
Jerónimo Erro