El futuro Parlamento Navarro se parecerá más al Beirut años 80, que a una democracia normalizada de corte occidental. Será por lo que dicen las encuestas una auténtica sopa de letras, con ocho partidos. Un escenario difícil para establecer alianzas, pues las mayorías pasarían por tener que sumar cuatro o más partidos. Ante tal escenario muchos empiezan a preguntarse sino habrá que ir a una segunda vuelta.
Los recién llegados parece que andan un algo desorientados. Los de Podemos Navarra ¡acaban de descubrir el mediterráneo! y nos dicen que hay que articular un referéndum para preguntar a los navarros sobre si quieren o no la incorporación a País Vasco. Parecen desconocer que existe la transitoria cuarta, y que una y otra vez la venimos rechazando los navarros, al votar mayoritariamente por partidos no unionistas. Si ellos se aclarasen, no sólo no aumentarían sino que parece que hoy están más debilitados los unionistas. Los de Ciudadanos, están también para darles de comer a parte, ahora resulta que no les gusta la Hacienda Foral, como tienen tránsfugas de UPyD, pues le dan leña a Navarra, para ganar simpatías en el resto. Alberto Rivera se lo tendrá que hacer mirar, cuando pasen las elecciones.
Los ecos que llegan de la Vila y Corte, tienen gracia. Estamos en la ahora de que todos los ricos del IBEX y los instalados peperos le leen la cartilla a Rajoy por su nefasta política comunicativa. Están asustados ante las malas expectativas electorales de cara al 24 de mayo, para unos la inestabilidad política debilitará la recuperación económica, y para otros reduce los puestos de colocación de miembros y simpatizantes peperos. Las dos cosas son verdad, pero no hay que olvidar que el gobernar en plena crisis a todo el mundo en todas partes les sale caro, y le hace perder electores. Al margen de lo acertado de sus medidas o de su política comunicativa. En este caso el soso y tranquilo gallego, confía todo a la recuperación económica de final de año. A saber….
