Claro que no se trata de un verdadero corporativismo, ni es hermandad ni defensa civilizada de los valores de un grupo humano. Se trata de que están haciendo piña los que menos tendrían que hacerla: los políticos electos. La teoría del sistema de partidos nos cuenta que se les elige y mantiene para que sean auténticos adversarios, para que gobiernen unos y se opongan otros, para que mutuamente se vigilen, para que no se pasen ni una, para que sean de todo menos coleguillas. Y es cierto que suelen cumplir a la perfección este papel asignado mientras dura el paripé electoral. Pero después cierran filas como si fueran el gremio de taxistas. Se defienden unos a otros como si lo suyo fuera un oficio artesano que hay que defender de los intrusos o de los ataques exteriores. Hoy por tí, mañana por mí. A la hora de asignar las dietas, a la hora de no destapar de verdad todo lo que haya de destapable, a la hora de la verdad son los mismos perros con distinto collar. Y entonces es cuando me planteo una de estas dos alternativas: o revisamos el sistema para que no sea amañado, o -esta opción es más complicada pero me gusta más- prescindimos con todas las consecuencias de los partidos y les obligamos a trabajar juntos.
Jerónimo Erro
22 respuestas
Sr. Erro.
La segunda, la segunda. Olvíden los partidos políticos. No son más que un brazo más del sistema de chupópteros que nos rodea al que se entregan los «desarrapados» que no tienen otra cosa que hacer.
Sociedad Civil se llama el futuro. Sociedad Civil. Como este confidencial. O arreamos fuerte desde la sociedad o el sistema acabará comiéndonos. No hay alternativa. Aunque la verdad es en España nos falta un poco de coraje, y en Navarra un poco de coraje más. A las pruebas me remito.
Aticen fuerte que sale gratis!.
¿Prescindir de los partidos políticos? Me suena un poco anarquista. Desde luego, espabilar a la sociedad civil para que participe más en la definición de su futuro es algo deseable, pero me pregunto cuál es el mejor sistema para motivarla. ¿Cuáles son los intereses de la sociedad? ¿El día a día?
Los suyos no lo se VG, pero los mios son muy simples: la defensa de la vida, de la familia, de la libertad, de la propiedad, de la educación. Tener una vida cómoda donde las comunicaciones vayan a mejor, y no a peor, donde haya posibilidades de desarrollo, donde las opciones para crear empresas, trabajo y demás sean simples y sencillas, donde la presión fiscal sea la justa, donde no tenga que competir en un negocio privado con negocietes públicos creados para dar de comer estómagos agradecidos, donde los poderes públicos no vivan de nosotros sino para nosotros, donde … No creo que pida mucho.
Se han creado partidos de todo tipo, con escasísimo resultado electoral, por eso cualquier cambio que queramos conseguir tiene que venir desde la sociedad. Los políticos se han acostumbrado a ser ellos quienes marquen el paso, quienes decidan que hoy es blanco y mañana es negro. Y eso no puede ser. Los políticos están a NUESTRO servicio (el que paga manda) y debe ser la sociedad la que les arrastre.
El problema es que la sociedad tiene que mojarse, tiene que entender que la llave de la libertad no está en el parlamento sino en nuestra (suya, y mía) mano. Pero mientras haya gente para la que hoy lo más importante sea que Camacho lleva dos años en el Osasuna, no podemos pedir peras al olmo.
Pero desde luego yo seguiré luchando. Usted confíe en Cervera, o en Barcina, o en Moscoso… A ver quien llega más lejos. ¿Apuesta?
¿Luchando? Usted, vecino, por lo que revuelve tanto es por confundir sus intereses con los de los demás.
VG
¿A usted quien le paga?, ¿el PP?, ¿Sanz?, ¿ha dormido usted bien esta noche?.
¿De verdad que MIS intereses son OPUESTOS a los SUYOS y a los de la SOCIEDAD en general? ¿De verdad que usted defiende la muerte, la separación y el divorcio, la esclavitud y la cárcel, la colectivización de la propiedad, la mala educación, las peores comunicaciones posibles (esto es posible que si, para que nadie «manche» su territorio), el subdesarrollo, las trabas y barreras administrativas a la creación de empresas y empleos, la presión fiscal brutal (quiero decir más brutal de lo que ya está), la feroz competencia de lo público en negocios privados, seguir alimentando a nuestros próceres a cambio de que velen por sus intereses?. ¿De verdad es usted así?
Fíjese lo que le digo, que no me lo creo.
No volveré a contestarle, se lo aseguro. Paso de discutir sobre las formas. Quizá (expresa duda) es que no tenga fondo para discutir.
En cualquier caso le recomiendo como otras veces que lea otras cosas. El Diario de Navarra es más alineado con su pensamiento, y aunque a veces comento allí algunas cosas muchas me las censuran.
No como aquí, donde el Sr. Erro, de momento, me deja que largue lo que me de la gana. El día que me diga lo contrario pensaré qué hacer.
Que pase usted un buen día, y una mejor noche.
A mí me da igual que me conteste usted o no. Lo que no le cuelo es, ya se lo he dicho antes, su prepotencia. Don Jerónimo es muy educado y no le va a decir a usted que es un tocapelotas. Igual ni nos lee, pero mire, tampoco me hace mucha falta porque esto funciona bien sin necesidad de su moderación. Por lo demás, si le interesa el fondo de las personas a las que dirge sus comentarios, no tiene más que cuidar mínimamente sus formas. No es mucho pedir. Le bastaría con argumentar su punto de vista sin ridiculizar, no ya el del contrario, sino el que usted imagina en su contrario. Buenos días.
Pues aplíquese el cuento VG. Aplíqueselo.
Ningún problema (pero ya ve lo susceptible que estoy hoy, así que no dude que le pediré a usted lo mismo). Volvamos al asunto. ¿Qué propone usted para motivar la participación de la gente en todo aquello que le afecta y que muy cómodamente delega en sus representantes políticos, a quienes elige (quien elige) cada cuatro años y después se dedica a criticar? Por cierto, como muestra de mi renovada buena voluntad vecinal, le confieso que yo no soy un político profesional. Y, por favor, no me haga tener que recordárselo.
Creo que no es cuestión de los demás VG.
Creo que es cuestión suya y mía. No de «la sociedad», ni de «la gente». La Sociedad y La Gente no son nadie. No son nada. Somos cada uno de nosotros los que no debemos de desistir en nuestro empeño. Pero cada uno de nosotros. Cuando usted y yo nos dejemos la piel por participar seguro que mañana somos 2 más, y pasado 4, y pasado 16, y al otro 56 y al otro 145.
Aunque no le niego, más que le pese, que esa participación en Navarra me cuesta encontrarla. Le voy a poner dos ejemplos:
– Manifestación a favor de la Vida en el Paseo Sarasate el invierno pasado. Los chicos del forro polar pasaron por delante y nos dieron 300 vueltas. ¡¡300!!. Casi lloro.
– Encuentro de las Familias con el Obispo. Este pasado domingo. Apenas un centenar de personas. Dos centenares si contamos a los niños y organizadores.
Yo he estado en ambas. Y siempre me ha dado pena. Luego lo cuento aquí y ustedes me atizan porque me meto con «el navarro». Pero ¿de verdad había tantos planes socio-culturales en Pamplona un domingo por la mañana como para que apenas estuviéramos 100?. Por cierto, un evento fantástico del que ni este confidencial se hecho eco. Evento en el que se atizó a unos cuantos poderes fácticos (entre otros la «escuela de expiración cristiana»).
Yo no se usted, pero yo seguiré en la lucha. Es lo único que podemos hacer.
Hombre, entiendo lo que quiere decir, pero mire, la pregunta que le he hecho es ¿Qué propone usted para motivar la participación de la gente? Entenderá que algo así sólo lo puede preguntar alguien que comprende que él mismo tiene que participar. (Bajando al ejemplico foral que tanto le gusta, yo quiero creer que los responsables de ADONA son, dentro de sus posibilidades, todos ellos donantes de sangre -es lo que tiene creer en el prójimo). Así que, si para usted (y para mí también) mi pregunta trata de una cuestión cuya respuesta empieza por nosostros dos, creo que, si me lo permite, preocuparse por un poco de ‘marketing social’ no es algo innecesario. Tal vez no suene muy bien, pero me temo que las cosas funcionan así. Le pondré otro ejemplo: imagínese una reunión de un departamento comercial de una empresa de jamones, en donde es lógica la pregunta de ¿Qué proponemos para que nos los compren? y uno de los responsables acaba diciendo que ‘Yo no sé vosotros, pero yo el mío ya me lo como’. En mi opinión, es mucho más lo que se puede hacer. Otra cosa es que sepamos verlo.
VG
Sigo sin explicarme…
¿Qué va a hacer usted para que su entorno coma jamones?. Por ejemplo:
– ¿Le va a decir a sus vecinos y familiares (a sus vecinos y familiares ¡eh!, no estoy pidiendo que empapele la ciudad) que el jamón es buenísimo y que hay que comer más jamón.?
– ¿Va a comer usted jamón y a cuidar su línea para que los que le miren pasar vean en usted un ejemplo de finura de línea cuidada a base de comer jamón?
– ¿Va usted a escribir un blog, un libro, publicar artículos en prensa, en revistas especializadas, publicar en facebook, linkedin, twitter las bondades del jamón para que lo lean sus amigos?.
– ¿Colaborará activamente aportando una cantidad de dinero interesante a las Organizaciones de Defensa del Jamón?
– ¿Participará en las reuniones de comedores de jamón que se organizan en su ciudad, y si no las hay será usted su organizador?.
Yo con esto que le escrito tengo tarea suficiente para andar pensando en telepredicadores y motivadores. Me queda mucho, mucho por hacer. Si usted ya ha hecho estas cosas y el jamón sigue sin venderse, igual es que el jamón es malo. Quizá tenga que buscar otro producto. Pero como a mí me queda mucho por hacer, voy a seguir en ello.
¿Lo ve más claro ahora?
Yo lo que no veo claro es lo de ADONA. O le sobra una línea o le faltan dos.
VG.- los partidos políticos son necesarios, como Ud dice. El problema es que se han convertido en estructuras de poder que sirven a su amo, que no es el «pueblo soberano» sino la «inteligentsia», la ejecutiva, el Lider.. algo opaco, que se cocina apartado del comedor.. solo para elegidos, secretitos…
En todas partes cuecen habas, claro. Pero al final, si lo piensa, esos sistemas partidarios han desnaturalizado y desapoderado al Parlamento. El parlamento ya no es el depositario de la Soberanía nacional. No se debate lo que a las ejecutitvas no interesa, y nadie levanta la voz, porque «no sale en la foto».
El Parlamento aprueba cosas demenciales todos los días, tapándose la nariz: como los PGE del 2010, la nueva ley del aborto, la participación de españa en Irak, luego en afganistán, el estatuto de Cataluña,(que se lo tragó el Parlamento Español, con el Guerra incluído), el blindaje del concierto vasco; aprueba los cupos vasco y navarro (también cocinaditos entre cuatro, sin que sepamos cómo alcanzan las cifras), y aprueba también las cesiones de competencias a Euskadi y Cataluña.
Esto no puede ser: el Parlamento tiene que funcionar como una cámara donde se recoja la sensibilidad de la nación respeto de los temas. No digo que entonces no se equivocará, pero por lo menos, habrá una respuesta razonable en muchos casos.
Lo no puede ser es «el silencio de los corderos». No sé si alguna vez en nuestra democracia se ha roto el sistema de «seguir al lider»… ¡tanto miedo tenemos a nosotros mismos, y a nuestra libertad;tan mediocres somos, tan manipulables, tan acochinables!
Yo creo que un parlamentario, hoy día, tendría que sentirse sumamente avergonzado por su nadería… son peoncitos en manos de sus jefes… ¿Y esos nos representan? Pues qué miseria… si España es eso, no me extraña que algunos se quieran ir. A mí, además, lo que me jode es que creo que España NO es eso, que los españoles valemos mucho, mucho más, pero que estamos también metidos en una actitud infantil, o como mucho, adolescente, y en una actitud neurotica que consiste en echar la culpa a todo de lo mal que está todo, pero en excusarse en eso mismo para no participar.
No veo que Uds. se hayan afiliado a partidos renovadores. Nos metemos con sindicatos o providas, pero no hay protestas populares si no las orgianizan unos u otros. La gente no existe, no está organizada en torno a objetivos que los unan… no tenemos tiempo de participar, nos decimos… pero esos jodidos políticos, que viven de esto… esos sí, nos lamentamos… si yo pudiera…¿y quién dice que no puede?
Cada uno que participe. Afiliese, o sea simpatizante de su partido. El que cada uno prefiera… que cada cual salga de su armario, recopile su ideología, esté dispuesto a la contradicción y al debate… y a persistir.
No hay soluciones de arriba a abajo, coincido con el tonante Vecino en ello. Lo hemos de hacer cada uno, y al principio, sin duda que seremos pocos.. pero si eso nos va a
Vecino, si hiciera todo lo que sugiere para vender mis jamones y no consiguiera venderlos, muy probablemente sería por el precio que les habría puesto. Y ya sabe usted que el precio es más o menos acertado no sólo en función de los costes realizados o de los beneficios previstos , sino principalmente por las expectativas del mercado. Quiero decir, yo, o usted, podemos tener unos jamones excelentes, llevar a la práctica todos los pasos de su plan (un plan brillante, por cierto) y no conseguir vender un solo jamón. Pero eso no quiere decir que nuestros jamones sean malos. Ni el suyo, ni el mío. Además, para serle sincero, en cuanto a jamones, apuesto a que no hay mucha diferencia entre los de los dos. Eso sí, resulta difícil hacerle ver que, aunque la hubiera, tampoco sería indicio suficiente para desprestigiar ninguno de los dos.
En cuanto a lo de ADONA, era sólo un intento de señalar la importancia de predicar con el ejemplo.
Spurgus no puedo estar más de acuerdo.
Sólo le ha faltado añadir un punto. Si yo fuera diputado (senador, parlamentario en cortes autonómicas…)estaría la mar de preocupado. Si todos hacemos lo que hace el jefe (ni siquiera lo que dice)entonces ¿yo sobro?.
Podríamos mandar al paro a un porron de caros, carísimos, «servidores de la patria». Total, con ponderar el valor de un diputado por partido podríamos convertir el edificio que cierra el Paseo Sarasate en un albergue de peregrinos. O en un think tank en el que los ciudadanos pudieran reunirse para «perpetrar» sus pensamientos, movimientos…
Las expectativas dle mercado, VG no olvide que las puede modificar usted. Y si no, copie de los que lo hacen. Mire lo que hace Apple desde hace tiempo. Quien quería una manzanita en su despacho hace 10 años?. Y quien no la quiere ahora. Ojo, yo no la quiero, pero por ahí la desean… Y no será un tema de precio, será un tema de «producto adecuado». El precio es lo que alguien está dispuesto a pagar por algo. Ni siquiera lo que vale.
muy de acuerdo con su último comentario vecino. El tema de la obediencia de voto lo dejamos para otro día…
“La teoría del sistema de partidos nos cuenta que se les elige y mantiene para que sean auténticos adversarios, para que gobiernen unos y se opongan otros, para que mutuamente se vigilen, para que no se pasen ni una, para que sean de todo menos coleguillas.”
Acabo de leer el epigrama del Sr. Erro y me cuesta centrarme en añadir algún comentario porque incide en el profundo tema del control del poder y la eliminación de la arbitrariedad del gobernante. No obstante, me centrare en esa, para mí, llamativa frase.
En esa frase se resume la fundamentación del “Estado de partidos” o “Democracia de los modernos” que algún ilustre comentarista me recriminó que usara el término más corriente de “partitocracia” (deduciendo de ello no se que extrañas querencias ideológicas). Pero un sistema partitocrático (es decir, aquel en el que los partidos acaparan todo el poder) nunca podrá permitir el control del gobernante ni prevenir sus abusos, porque como dice el Sr. Erro es más fácil que acabe en “colegueo” que en mutuo control. La explicación es sencilla, si hay pocos sujetos (siempre hay menos partidos que electores) más fácil llegar a un acuerdo de mínimos que arriesgarse a perder todo. Si sobre esta base le sumamos como en el régimen de la Transición financiación pública y sufragio de listas la situación se agrava porque se instalan en el Estado y olvidan que nacieron en la sociedad. Añádase algo de despotismo hispánico y tendremos el retrato perfecto de la España de comienzos del siglo XXI.
Lo que no comparto es la solución de suprimir la existencia de los mismos partidos. Este tema, ya antiguo, ya fue tratado por uno de los Padres Fundadadores de EE.UU., Hamilton (El Federalista Cap. X). En esencia mantiene que si hay libertad existirán facciones políticas puesto que las personas tienen diferentes criterios sobre las cosas. Para evitar los males de las facciones políticas no podemos acabar con ellas porque su existencia es inevitable. Sería, dice, como pretender acabar con el oxigeno porque permite la existencia del fuego. La solución que propone es la creación de un sistema representativo que evite el espíritu de las facciones.
Sistema de representación, que no lo dice Hamilton pero en su época era el único existente, que únicamente puede conseguirse mediante elecciones de distritos donde solo se escoja un diputado. En el momento que obtiene la mayoría de su distrito su mandato tiene una legitimación más amplia que su origen partidista y si quiere ser reelegido (que es lo desea todo político) deberá atender a esa mayoría electoral más alla de los intereses de su facción. Y como he leído en otra parte, si a eso le sumamos un mecanismo de revocación durante el mandato el diputado evitará la tentación de apartarse de los intereses de los que le eligieron. Es decir, frente a la vox populi de las listas abiertas estas no son representativas porque para entrar en ellas hay que entrar en el regateo partidista.
Además, la existencia de un sistema donde el ejecutivo, legislativo y la rama judicial tengan un origen independiente y una actividad separada de los demás, debe evitar la actividad concertada de los jefes de los partidos que transforma al sistema en una oligarquía donde no existe límite al poder.
Claro, el tema es que podemos mandarlos al paro… mañana. ¿para qué necesitamos 350 marionetas en el cCongreso y otros tantos en el Senado? Los sustituimos por un «procurador en cortes» que lea y vote con tantos votos como escaños le correspondan (o votos haya obtenido) y tenemos una democracia, desde luego, más representativa…
Estimados contertulios (Vecino incluido): ¿ven cómo es posible discutir sin enfadarse? Sigan así. Muchos les leemos y les leeríamos más si fueran Vds. mas sintéticos que esto es internet. Gracias.
Pues ya lo siento, sr. Erro, pero también he de hacerle un reproche a su intervención. Me parece muy bien que pretenda poner cierto orden en el tono y las formas de algún contertulio, es más, lo echaba de menos, pero ya que lo hace, hágalo con valentía dirigiéndose a quien reiteradamente falta al respeto a algunos de nosotros. Y si no quería personalizar, con un «Estimados contertulios», sobraba, ya que se da por hecho que en ese saludo incluye al vecino.
Sui generis, don Jerónimo. Este rincón de internet es, cuanto menos, sui generis. ¿Dónde si no puede encontrar intervenciones como la de Iturbide, mucho más extensas que el artículo que las genera? Si tuviera todo el tiempo que merecen, sería un placer seguirlas, pero el día tiene las horas que tiene.
¿Osea….,nombrar explícitamente al sr.Vecino qué es?,¿por amiguismo?,¿porque es más «revoltoso»?…hombre por Dios sr.Erro,si somos todos,somos todos,no saque a nadie del pelotón que queda feo!.¿Qué es esto un colegio?,¿usted don Tancredo?.Todos en los pupitres y sin rechistear ¿no?…Mire sr. Erro,creo que aquí todos,o la mayoría,peinamos canas ya,osea que déjese de lecciones de comportamiento pueril.Creo que discutir,discrepar,o como quiera llamarlo,es salud mental,social y emocional.No quiera que todo el mundo comulgue lo mismo que usted,ni proclame su opinión con la misma vehemencia que usted,deje que cada cual se explique y se e`prese a su manera.Si así no fuera,este foro no existiría,ni otros,ni la prensa…ni tantas cosas!.Mantengamos el respeto,eso es lo que se debe exigir,pero nada más,el resto sobraba.
Sr. Erro
No se meta en líos por mi culpa hombre!.
A mí me quieren (y mucho) los que me tienen que querer.
Pero caray… Pensé que los celos eran algo del sigo pasado.
Os quiero a todos.