Los pamploneses saben que el agobio presanferminero es como un simulacro del fin del mundo. Por eso algunos de nuestros lectores pudieron pensar que a principios de julio moría Navarra Confidencial. No ha sido así. No hay de qué preocuparse. Hemos veraneado para retomar fuerzas y aquí estamos otra vez con todos ustedes, con energías renovadas, preparados para pasar de semanario a diario y dispuestos a no dejar títere con cabeza. Tenemos por delante un curso nuevecito y apasionante. La previsión socio-política más relevante para este curso en Navarra es la próxima convocatoria de elecciones municipales y forales. Pero no será lo único de que hablemos en este medio enamorado de la realidad de las cosas. Vamos a estar muy atentos a todos los aspectos riquísimos de la actualidad de nuestra tierra: la familia, el campo, la industria, el comercio, la educación, la sanidad, la cultura, la religión… todo tendrá su hueco para que nuestros lectores y suscriptores sean los mejor informados. No nos queda sino dar la bienvenida a quienes vayan arribando a esta web. Y por supuesto, lanzar un ruego a quienes tengan alguna confidencia que contar: que si es para bien, que nos la cuenten. Jerónimo Erro