Anda estos días el maestro Eulogio López (hispanidad.com) vitoreando a pleno pulmón las medidas y declaraciones anti-rescate de Islandia y Finlandia. Supongo que será cuestión de horas que empiece con el ¡Viva Hungría!.
El caso islandés es importante, porque es la prueba fehaciente de que lo correcto y más sano es dejar quebrar a las instituciones bancarias cuando lo hacen mal.
Finlandia, por boca de los «Verdaderos Finlandeses» está pidiendo lo mismo, que no se paguen rescates, ni a bancos ni a países, porque los especuladores son insaciables, porque si se les premia una vez seguirán alimentando el círculo vicioso de la especulación.
Pero el caso de Hungría es aún más emocionante. Su nueva constitución, aprobada por 262 votos favorables, 44 en contra y una abstención, blinda el matrimonio normal de toda la vida, establece sin tapujos el derecho a la vida del feto, y elimina la palabra «República» cambiando la denominación oficial del país. Por si esto fuera poco ha sido redactada con el objeto de limitar la práctica del endeudamiento indiscriminado. Los poderes fácticos y políticamente correctos de la U.E. han puesto el grito en el cielo, como era de esperar. No les interesa el fin de la especulación y de las deudas. No quieren que la gente y los países sean libres. No aguantan además que alguien pueda proclamar la existencia de principios no negociables en una constitución. Mas vale que se vayan acostumbrando. Porque como cunda el ejemplo a Europa no la va a conocer ni la madre que la parió ¿verdad Guerra?
Un comentario
¡ Viva … la LIBERTAD! Y que se tome ejemplo por aquí.