No sólo el pantano de Itoiz, es que el pantano de Yesa tampoco revienta. Y es que alguien podría dudar de que un pantano concreto estuviera mal hecho y se hubieran acumulado una serie de errores técnicos. Pero claro, eso es una cosa y otra vaticinar la rotura de todos los pantanos. Es como si alguien nos presenta pruebas de que a un tal F.Gutiérrez le puede dar un infarto. Pues nos puede hacer dudar. Otra cosa es que nos diga que todos los Gutiérrez van a morirse de un infarto. Esto ya es pantanocondría o progresofobia. O ganas de utilizar el miedo para ganar algunos votos. Conforme pasan los meses y las profecías apocalípticas no se cumplen, efectivamente la credibilidad de los augures se va diluyendo. Y es bueno recordarlo para que asuman sus errores o su utilización política del asunto.