En una coalición como es esta mezcolanza, hay personas y personajes para todos los gustos, pero es el momento de reconocer como uno de los hombres de NABAI en Barañain (Navarra) tercer municipio de esta comunidad autónoma, se trata de un heredado de Batzarre (Izquierda Vasquista de Navarra) movimiento que surgió después de la transición en 1987, y que ahora se queda detrás de NABAI.
Pues bien, en Barañain un experto en política, porque ya lleva unas cuantas legislaturas, un hombre trabaja por su pueblo, verdaderamente por su pueblo, y no se asusta ni se esconde a la hora de condenar violencia y violentos, de buscar y encontrar culpables, y señala sin miedo, con "autoritas" (adquirida en el salón de plenos) que ETA tiene que terminar.
Los violentos que irrumpen en el Pleno, comparando el Estado de Derecho con el nazismo, y gritando a la Corporación municipal "sois iguales, ellos los llevaban en trenes, vosotros en Patrol"; después por la tarde los mismo violentos atacan a pedradas la sucursal de la Caja Laboral en la Plaza Consistorial.
El representante de Izquierda Unida, declara que está cansado, que está harto de todos los días igual, cuando no es por una cosa es por otra, pero se queja de que como vecino de Barañain no puede pasear tranquilamente por un pueblos que desea vivir en Paz, condena a los violentos y sabe quiénes son.
Pero es el momento de dar el nombre de quienes conoce los vecinos de Barañain, porque se compromete con ellos, con el pueblo que le ha elegido, y teniendo sus ideas políticas, tiene claro que priorizar, y es el bien del pueblo, tiene muy claro que condenar y es que sabe que ETA tiene la culpa, que la violencia no es el camino, que la palabra es la solución; lástima que los jóvenes no aprendan de él.
Manolo Burguete, no es amigo del odio, es amigo de sus vecinos, este edil trabaja desde puestos de gobierno, como desde la oposición con el mismo tesón, tenacidad, y poniendo la palabra violencia en un rincón, donde los violentos sean apartados como les corresponde, y donde las ideas se defiendan con palabras, y no con piedras, no con pistolas, no con bombas. Y no se confunde, no tiene miedo, al señalar con el dedo, al utilizar la palabra para condenar la violencia que fruto de ETA se apodera de este pueblo, y contamina a la juventud.