Atrás quedarán los madrugones, los férreos horarios escolares y laborales y todo pasará a ser horario familiar; haremos buenos propósitos, se nos ocurrirán cosas que podemos mejorar, personas a las que podemos atender con más paz y más cariño; haremos balance del año pasado y nos sorprenderemos con esta nueva oportunidad que se nos brinda: otra vez la página en blanco para recomenzar.
El Niño de nuestro belén es el protagonista de la Navidad porque representará el Nacimiento de Jesús que viene a nuestros hogares. La invitación de don Francisco, que desde aquí agradezco enormemente, es una ocasión para recordarnos a las familias navarras que de nosotros depende en gran medida la fe de nuestros hijos, la transmisión de las costumbres cristianas, el tesoro que supone hacerse como niños y celebrar con ellos el acontecimiento más importante del año: el Niño Dios por fin llega.