INTELIGENTE POSTURA DE LA CTC Hace ya muchos años que la CTC dice muy poco a los ciudadanos. Y eso no es culpa de los ciudadanos, aunque así lo crea la CTC. Algo de examen de conciencia en este sentido no vendría mal. Muchos, aunque seamos conservadores y católicos, no solemos estar de acuerdo con sus posturas rígidas y fuera de lugar en numerosas ocasiones. Normalmente, pasan desapercibidos en la elecciones -su influencia es nula- y nada más. Significan un poco de variedad en el espectro político, lo cual es bienvenido. En algunas cosas de las que dicen tienen razón, pero no saben proponerlas de forma abierta e ilusionante. En esta ocasión, además de todo, están haciendo un mal cierto a Navarra. La CTC se cree en lo más elevado de la pureza moral, pero no tiene ni idea de lo que es un comportamiento moral en política, por más que vayan por ahí de impolutos. No le deseo suerte a la CTC en esta ocasión. Su rigidez les hace inoportunos, y su aislamiento del resto de la sociedad, ciegos. La irresponsabilidad de su decisión en esta hora crítica para Navarra es evidente. Son libres de hacer el mal. Como todos. Pero han perdido toda la credibilidad y autoridad moral para juzgar a los demás. Pilar Aizpún Bobadilla