Los días14 y 15 de agosto se han dedicado dos páginas enteras a los incidentes en Leiza. En ellas algunos políticos condenaban estos actos como si fuera algo novedoso. Está bien que condenen pero… ¿para qué? ¿Creen que hace falta dar tanto “eco” a los incidentes ETArras de Leiza? ¿Creen que los auténticos leizarras nos extrañamos de estos acontecimientos? ¿Por qué creen. que “algunos” no salimos al chupinazo, ni a la mayoría de los actos festivos de Leiza? Pues no lo hacemos para no ver estas injusticias.
Más aún ¿por qué creen que Maiorga Ramírez, de Bildu, dijo que en el chupinazo leizarra “hubo tranquilidad y normalidad”? pues porque sabe perfectamente que la “manzana podrida” ha trabajado mucho y bien en Leiza y que nadie se va a mover ante estas injusticias. Unos porque no salimos a presenciarlas y si lo hiciéramos nosotros seríamos los “culpables” por salir de casa en fiestas. Otros porque sí presencian todo, pero se camuflan entre la “masa podrida” como uno más de ellos y aguantan todo para quedar bien.
¿Por qué creen entonces que en la página 30 del programa de fiestas de Leiza dicen que lo que se ha conseguido no ha venido de la nada y que ha sido fruto –añaden- de muchos años de lucha para conseguir alcanzar la verdadera democracia para Euskalerria?. Sin embargo, no mencionan ni las quemas ni asesinatos cometidos para ello.
A mi juicio, la culpa de todo esto no es de Bildu sino de quienes le han permitido y le han dado el poder para gobernar y estar donde están. Nada ha cambiado.
Bildu ha tenido buenas oportunidades para demostrar que no es lo mismo, pero no ha sido así y continua apoyando a los presos asesinos ETArras como siempre lo ha hecho. Es fiel heredero de aquellos que no condenaron los asesinatos de Leiza y hoy –como ayer- siguen en la misma dirección, siguen amparando a los asesinos.