Me irrita especialmente que esta señora, en algunos medios, insista en hablar de “transfugas” aludiendo a quienes hace no mucho iban apuntados en la misma lista que ella bajo las mismas siglas. Y es que yo voté por ella, pero no para que se convirtiera en un mero instrumento de la política de Zapatero. Ya que no me va a devolver el voto, me gustaría que al menos tuviera la delicadeza de no llamar a nadie “tránsfuga”. Porque tan tránsfuga es ella de la lista del PP por la que fue elegida, como aquellos a los que ella insulta. Puede usted aprender de Carlos Salvador un poco de elegancia. Por lo demás, aparte de insultar a quienes fueron sus compañeros y marchaban hombro con hombro con ella cuando los socialistas negociaban un órgano común para Navarra con la ETA, no le conozco a esta señora ninguna otra actividad de relevancia. Triste bagaje para una senadora… ¿tránsfuga?