añagaza.
(Del ár. hisp. annaqqáza, señuelo, y este del ár. clás. naqqāz, pájaro saltarín).
1. f. Artificio para atraer con engaño.
2. f. Señuelo para coger aves. Comúnmente es un pájaro de la especie de los que se trata de cazar.
Si tuviéramos que describir el carácter navarro, el que nos ha permitido mantener una manera propia de hacer las cosas a pesar de nuestra pequeñez poblacional y territorial, seguramente apreciaríamos dos características fundamentales. Una, el respeto por el pacto y el acuerdo, lo que se traslada desde la esfera pública hasta la de las relaciones comerciales o personales. Dar la palabra significa cumplir con la palabra, y la palabra dada es exigible como tal. Y la otra característica es que hacemos de la lealtad y la verdad la razón de nuestro prestigio, del modo en el que queremos que se nos considere desde fuera. Gracias a esta forma de actuar por el mundo hemos podido mantener una situación que, sin llegar al privilegio, sí supone la persistencia de un modo peculiar de organizarnos económica, social e institucionalmente.
La viñeta de Oroz que describía gráficamente lo que supuso la semana pasada la firma del Convenio para la construcción de la línea de Alta Velocidad en Navarra sintetiza, humorada aparte, el epítome de toda esta legislatura, la de los estertores de un modelo político fraudulento y en el que la trapisonda ha tomado carta de naturaleza habitual. Viene a mostrar el dibujo que el camino por el que ha llegado el tan ansiado AVE está jalonado de mojones políticos fruto de las andanzas de esos dos personajes, biográficamente tan concurrentes, que son José Blanco y Miguel Sanz. Viene a reconocerse, en fin, que para que la firma se haya producido los antecedentes tienen esencialmente calado político, y no son mera práctica negociadora como en otro tiempo se conoció. La ruptura del pacto entre UPN y el PP, instada por un Sanz servil tras su visita a Moncloa en otoño de 2007, y la posterior postración de hinojos ante los socialistas que se visualiza cada semana en Pamplona y Madrid, son parte de esa componenda. Y por ello la firma llegó como consecuencia del colegueo interesado, no por haber defendido Navarra una exigencia de cumplimiento del que el Ministerio de Fomento debiera dar cuenta sin más torticerías.
Hablaba al principio de la palabra dada y la lealtad como elementos idiosincrásicos que nos han hecho fuertes y respetables. Justo es es ahí donde el destrozo del Sanz de esta última legislatura se ha hecho más patente. Ya cuando él (y sólo él) se cargó el pacto de su partido con el PP los resultados en el resto de España fueron calamitosos para todos los navarros en términos reputacionales. Por primera vez, algunos vieron cómo nuestro presidente se comportaba como un cacique mendaz, que miraba sólo por su interés confesable (la sempiterna “gobernabilidad”, es decir, poltronas y gavelas) pero también por otros cuantos no tan confesables, algunos de los que han ido aflorando con el tiempo, y que tienen que ver con su papel como vértice de no pocos intereses económicos y clientelares. Ahora, con la firma del Convenio del AVE, Sanz ha tirado por tierra otra de las columnas de nuestro templo. La de que los navarros cuando damos la palabra la damos, y cuando la recibimos la exigimos. El mero análisis económico del asunto así lo demuestra.
El análisis finaciero de una tomadura de pelo.
Era otoño de 2007 cuando Sanz rinde su primera visita de pleitesía a Zapatero en Moncloa y cuando sale Salgado en rueda de prensa anunciando la firma para “antes de final de este año” del Convenio. Por no aburrir con todo lo que ha pasado posteriormente, el resumen es irrefutable a la luz de los hechos sucesivos: una suerte de tomadura de pelo continua por parte de los de Zapatero, para quienes la palabra “inminente” debe tener un significado bien distinto al que determina el diccionario. Pero el problema no ha sido sólo ese. El problema es que ante los incumplimientos, la respuesta de Sanz era hacer nuevas ofertas, en lugar de exigir con fuerza política el acatamiento de lo ya comprometido. Porque desde ese día de 2007 ya no se estaba en la fase de negociación, sino en la de la exigencia de lo ya comprometido. Pues no. Sanz, con nuestro dinero, va aportando una tras otra nuevas ventajas en favor del que nos estaba chuleando. Primero extender al plazo de financiación a “dos o tres años”, como si no anduviéramos sobrados de deuda pública. Segundo, aceptar el pago de los intereses. Y tercero, de lo que nos enteramos los navarros ¡una vez aprobado el Convenio por el Parlamento!, que realmente a quien estamos financiando no es al Estado, sino a la mercantil Adif, en un jeribeque de última hora que tiene una enorme significación. Al menos tanta como el descaro con el que se nos ha estado ocultando hasta el último minuto.
El hecho de que sea Adif quien nos vaya devolviendo nuestra aportaciones no es baladí, porque quiebra dos de los presupuestos con los que se nos había vendido esta moto. De un lado, el que a través de Convenio Económico, al deducirnos las cantidades aportadas en obra, estábamos condicionando de modo finalista que nuestra Aportación al Estado se aplicara a una obra tangible, el AVE, lo cual era una muy buena jugada. Eso ya no es así. Pero además, se decía apenas una semana antes de la firma que de ese modo la deuda contraída figurará anotada como deuda del Estado. Se ha visto que tampoco será así. Se nos ha engañado sin parar. Las cuentas de Adif no se consolidan con las del Estado, puesto que se trata de una mercantil que, por ejemplo, factura a Renfe Operadora por el paso de los trenes por la vías. Precisamente Adif tiene sentido para Fomento en la medida en que le permite la financiación extrapresupuestaria de las inversiones, sin asignar más deuda pública. Está previsto que Adif termine este ejercicio cargada con una deuda propia cercana a los 6.000 millones de euros, tras incrementarla en los próximos meses en más de 2.000. De manera que lo que está haciendo Navarra, Sanz mediante, es financiar a una mercantil que se podría financiar por su propia cuenta y riesgo. Se ha asumido, indefectiblemente, que la deuda que se vaya contrayendo figure como deuda de Navarra, porque es imposible que pueda figurar como deuda del Estado y en algún lugar ha de estar anotada. La prueba irrefutable: que también los navarros van a pagar los intereses del asunto, porque así lo ha querido Sanz. Es una añagaza y un engaño de una gran relevancia, entre otras cosas porque la situación de los mercados financieros hace patente que quien más deuda tiene, más debilidad atesora. El que nos hayamos enterado de esto de la manera en que ha ocurrido debiera haber supuesto algo más relevante que una mera pregunta de periodista. Pero la opinión pública navarra está como está, y mejor no abundar más en ello.
Por cierto, otra cuestión en la que pocos han reparado. La presencia del Banco Europeo de Inversiones en esta juerga. Dice Sanz que puede ser él quien asuma la financiación a la que va a tener que acudir la Comunidad Foral. Olé. El presidente ignora, al parecer, que el BEI tarda cerca de un año en autorizar sus operaciones, lo que indefectiblemente habrá de generar otro retraso adicional. Pero además, el papel del BEI no se entiende que tenga que ser el de aportar préstamos al Gobierno de Navarra, cuando estatutariamente puede hacerlo a las propias empresas constructoras. De ese modo, se podría gestionar la financiación con el aval de la concesión, pero sin necesidad de anotarla en la deuda pública, y sin necesidad tampoco de tener que pagar los intereses correspondientes y penalizar nuestro rating. Por añadidura: ¿para qué tenemos que financiar a Adif pidiendo un préstamos al BEI si el propio BEI es capaz de financiar directamente a Adif?
Preguntas que quedan sin respuesta por parte de firmantes y anuentes, pero que sólo pueden conducir a una conclusión: estamos ante una auténtica estafa a los contribuyentes navarros, perpetrada por Sanz y Blanco en pos de sus intereses políticos. Es tiempo de marketing electoral, de hablar de los 10.000 empleos, de tirar así un añito aunque no se ponga una sola traviesa. Una estafa que tiene tres componentes: el de los plazos, el de la indeterminación de los compromisos del Estado, y el de la propia financiación del proyecto. Sanz y Blanco, en su estilo habitual tan empático entre ellos, se han encargado de enterrar esos valores que antes decía: el de la palabra dada y el de la honradez y veracidad en lo que se hace. Algunos (y algunas) asisten a ello de manera pasiva, pastueña, complacida o entregada. Otros no nos resignamos. Ni nos callamos.
7 respuestas
Sr. Cervera.
Cada vez estoy más convencido que ustedes los políticos viven en un mundo apartey no tienen ni idea de lo que se cuece a pie de calle. Tanto coche oficial, tanta protección especial posiblemente les aleje a su matrix particular.
Mire lo que le voy a decir. Todo este rollo que nos cuenta de Sanz (su jefe hasta hace nada, no lo olvide) y de Blanco podemos contarlo igual en la época de Aznar. Nadie hizo nada (NADA, NADA) porque el AVE viniera hasta aquí. Al menos ahora lo tenemos. Y no podrá decirme a mí que Sanz es santo de mi devoción. Ninguno (NINGUNO, NINGUNO) de ustedes es santo, y por ninguno de ustedes siento devoción.
Lo que es un hecho es que Navarra necesitaba un AVE ya (YA, YA). No dentro de 5 años. No. Ya. Dentro de 5 años el AVE posiblemente sea una tecnología caduca al ritmo que estas cosas avanzan, pero bueno… Le puedo asegurar que al común de los mortales que estamos hartitos de ese aeropuerto de Noain (considerado año tras año el peor de Europa) o de dejarnos la vida en las curvas entre Almazán y Medinaceli (por cierto, le recuerdo que Pamplona sigue siendo junto con Teruel y Soria la última capital de provincia que sigue sin estar unida a Madrid por Autovía) queríamos ese tren. Y nos da igual quien lo financie. Da igual . Este rollo que nos cuenta son sus enjuagues, en su lenguaje para tratar de justificar su puesto de trabajo.
Me recuerda usted a los informáticos, que vas a verle porque el portatil te hace cosas raras y te dicen: «será la placa base que tiene el cilindro saturado y es necesario resetear el FTP para que el Winran consiga más espacio y memoria y mejore la adaptabilidad». Con un par.
Por qué no baja al terreno de los mortales?. Le propongo un tema. De 6º de EGB. ¿Se acuerda usted de aquellos problemas de los trenes que decían: Un tren sale de Calahorra con velocidad constante de 38km/h, y otro sale de Zaragoza con velocidad constante de 54km/h…?. Pues le voy a poner uno.
Entre Madrid y Zaragoza hay 321 km, y el AVE tarda en recorrerlos 65 minutos (el que no para). Entre Zaragoza y Pamplona hay 178 km. ¿Cuanto tiempo tardará en recorrerlos? Es una simple regla de tres que nos diría que en 36 minutos se podría hacer el ZGZ-PNA. Con lo que PNA-ZGZ-MAD se haría en 101 minutos. 100 minutos es el equivalente a 1 hora y 40 minutos. ¿Por qué entonces nuestro AVE va a tardar 2 horas y 20 minutos?.
¿Qué nos han vendido? ¿Un pollo de corral?. Eso es lo que nos importa a los ciudadanos. Porque si hablamos de financiar deudas ¿porqué no terminamos con la deuda de 350 diputados y no se cuantos Senadores en Madrid con sueldos millonarios y dietas bi-millonarias que pagaré -sin financiación del BMI ni del BS y del BBVA ni del BMDIN…- el lunes que viene con mis impuestos?. ¿Quien me financia a mí el IVA?. Ah!, es que usted de eso no sabe ¿no?. Claro… está para los números gordos.
Vuelvan a la tierra por favor y dejen de orbitar, o lárguense para siempre (PARA SIEMPRE, PARA SIEMPRE -como el infierno) al espacio exterior.
No, desde luego usted no se calla. Pero mejor que aturdirnos con sus cartas siempre dirigidas a desprestigiar al mismo (¿algún motivo personal, quizás?) tal vez se lo tendría que currar un poco más y buscar votos en otros lares más criticos con lo que representa su actual partido y su forma de entender el mundo.
Al Sr. Cervera parece que no le gusta la forma de pago del AVE, se ve que entiende de economía presupuestaria, de fiscalidad, de financiación, etc. más que nadie, y aunque no entienda da igual, el caso es emborronar cualquier cosa que haga el presidente que le apoyó para que hoy esté cobrando unos cuantos miles de euros al mes.
Si el PP hubiera tenido de tesorero a Cervera en vez de a Bárcenas, seguro que lo del caso Gürtel ni les hubiera salpicado.
otro engaño más a una opinión pública adormilada
Sr. Cervera ¿dónde estaba Vd. en el verano de 2007? ¿Hizo algo para evitar la indignidad del entonces Presidente y a la vez candidato?
Sr. Cervera sabemos que Vd. es muy listo, pero no cometa el error de ser tan soberbio y considerar a los demás idiotas (solo somos un poco menos agudos que Vd.). Sepa que hasta el más tonto de los navarros sabe que su particular carrera política ha sido impulsada desde una tierna edad por esa persona a la que acusa de trilero.
No seré yo quien defienda a quien preside el Ejecutivo en la pestifera partitocracia que padecemos, pero me parece repugnante que uno de los beneficiarios de las triquiñuelas de la partitocracia desde su más tierna juventud nos venga ahora exhibir escrupulos morales.
Sr. Cervera:
Cada día pone más de manifiesto su «mania persecutoria» contra quien sólo hace un par de años era su presidente y su máximo avalista´. Creo que está haciendo el ridículo con sus críticas cada vez más infundadas. Usted se cree que sabe de todo y que sabe el que más, pero algo mejor haría en mirar a su nuevo partido, su nuevo jefe, su ex tesorero, su secretaria de organización… y otros muchos más ya que es ahí donde tienen verdaderos problemas. ¡Deje ya de destilar odio hacía quienes usted abandono por su propio interés!.
¡¡Bienvenido el TAV a Navarra!!
Sinceramente creo que el señor Cervera se equivoca en la estrategia de confrontación continua con UPN, que está siguiendo desde que le han puesto al frente del PPN. Al margen de que muchos de sus argumentos se podrían volver contra él mismo por serle también aplicables creo que en la política también hay que saber reconocer las cosas positivas que hacen otros partidos o el Gobierno. Es verdad que el camino seguido para la llegada del Tren de Alta Velocidad a Navarra ha sido tortuoso, largo y con muchas cuestiones criticables. Seguramente se podría haber hecho mejor. Pero la noticia del acuerdo creo que es celebrada por la mayoría de la sociedad navarra y el PPN debería saber recoger este sentimiento para hacerlo suyo. Afear en estos momentos el acuerdo alcanzado, intentar emborronar el «exito» del Tren de Alta Velocidad, echar dudas sobre la financiación es algo que va en contra de ustedes.
Es posible que usted por ser Diputado Nacional esté más acostumbrado a viajar a Pamplona en avión y seguramente lo haga en primera ya que estos viajes son gratis para ustedes. Pero la gente de a pie, esa a la que después le van a pedir su voto, esta deseando que llegue la Alta Velocidad a Navarra, así que por favor, señor Cervera procure ser un poco más positivo y alégrese de la noticia y no se la tome como algo que les perjudica electoralmente y por eso hay que criticarla.
Y por último considero que no es usted el mejor modelo para hablar de respeto a la palabra dada. Ni usted personalmente (Hay que escuchar a algunos de sus ex-compañeros de partido) ni algunos de los que tiene a su alrededor en el PPN, que se distinguen por decir en un sitio lo contrario de lo que dicen en otro. (¿Le preguntamos a la señora Ciprés?)