En primer lugar, que hay que gobernar Navarra. La manera más realista de asegurar esa gobernabilidad es intercambiar una abstención de UPN en Madrid por una abstención del PSN en Navarra. Quid pro quo, la vida es dura. Pero hay que ser pragmáticos.
Por otra parte, Zapatero va a sacar adelante los Presupuestos de un modo u otro. La pregunta es si pensamos que esos Presupuestos, que van a ser de traca, van a mejorar mucho con el toque especial que les podría dar el “benegá”, la Ezquerra o Izquierda Unida. Yo creo que a lo mejor aún podemos salvar algo de esta crisis sin ese toque. Lo que quiero decir es que la abstención de UPN no va a empeorar objetivamente la situación: habrá presupuestos socialistas con o sin Cervera. ¿Tiene sentido jugarse la gobernabilidad de Navarra por oponerse a unos Presupuestos que de todas formas serán aprobados?
Y esto me lleva a la postura del PP. Por una parte, realmente no se va a hundir el suelo bajo nuestros pies si UPN y el PP votan distinto y el PP no rompe el pacto. Cuando nos caemos todos con todo el equipo es si lo rompemos y dividimos nuestras fuerzas en Navarra. Si uno considera las consecuencias de romper el pacto o no romperlo a causa de una disparidad de voto puntual, en una situación casi de fuerza mayor para UPN, creo que las consecuencias de romper el pacto son mucho más nefastas que las de tragarse el sapo.
Una opción que tendría el PP es tomar la iniciativa y abstenerse él mismo. De esta forma solventa de un plumazo la crisis con UPN, deja al PSN patidifuso y se presenta a la opinión pública como el colmo de la responsabilidad institucional en un momento de emergencia nacional ante la crisis. La abstención, por otra parte, le permitiría sin embargo seguir criticando la nefasta no-política económica de Z. Miel sobre hojuelas.
En cualquier caso, y siempre que no se trate más que de lo anterior y no de una estrategia de otro calado en plan Viñes, me parece que las cuentas de Sanz pueden ser todo lo discutibles que se quiera, pero tienen sentido. No tiene sentido fabricar una gran traición ideológica o un complot de gran calado cuando sólo lo que se ve ya explica perfectamente lo que está sucediendo. Lo único que se le podría reprochar es si no podía haber forzado el apoyo del PSN sin necesidad de montar este lío. Pero esto lo sabe él mejor que nosotros, que no estamos en el ojo del huracán. Hay que ser pragmáticos.