Hay cosas en España que se encuentran más allá de la crítica. Por ejemplo la Educación. Todo lo que se gasta en Educación es bueno, se supone. No se puede malgastar el dinero en Educación. En Educación no hay malos gestores. Todas las inversiones en Educación son igual de buenas. Lo único en que se puede pensar cuando se habla de Educación es en gastar más. Los profesores son un colectivo más allá del análisis, de la crítica y del error.
Pero claro, esto es Navarra Confidencial.
Por eso, cuando ayer leímos un análisis en Diario de Navarra asegurando que España se encuentra a la cola de la OCDE en becas, decidimos bucear un poco en los datos de la OCDE.
Según el informe “Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2012”, la tasa media en España de una matrícula universitaria pública es de 1.052 dólares (805 euros).
En otros muchos países, las becas son mucho más elevadas, pero también lo son las matrículas. En España, la universalidad del acceso a la educación universitaria se consigue de hecho tirando por el suelo las tasas de matrícula.
Esto no lo dice la OCDE, pero el estudio “La Inversión en Tabaco, Alcohol y Juego en 2012”, del Strategic Research Center de EAE Business School, revela que cada español gasta anualmente de media en alcohol 672 euros, otros 201 en tabaco y 73 en juego. En total, 946 euros, muchos más de los 805 euros que cuesta una matrícula universitaria.
Se supone que no tenemos dinero para matrículas universitarias, pero lo tenemos para alcohol y tabaco. Pensamiento políticamente incorrecto del día: en realidad no estamos subvencionando la universidad, sino el alcohol y el tabaco del personal, que lo puede pagar con el dinero que se ahorra en la matrícula de la universidad.
Por consiguiente, tenemos países que gastan más que nosotros en becas universitarias, pero que también cobran tasas de matrícula mucho más altas a los que no consiguen una beca.
No sólo eso, tenemos también países que gastan mucho más que nosotros en becas universitarias, pero en muchos casos concedidas en calidad de préstamo que los estudiantes tienen que devolver después al estado.
La realidad del profesorado en España: muchos profesores cobrando mucho dinero
El informe de la OCDE contiene muchos más datos interesantes e inesperados.
En primer lugar, la ratio alumnos-profesores. La de España es una de las más bajas de la OCDE. Es decir, que tenemos más profesores en relación al número de alumnos que casi todos los demás países. O lo que es lo mismo, estamos pagando más profesores que el resto y sin embargo tenemos peores resultados que ellos.
La comparativa en el sector público y en educación secundaria resulta particularmente demoledora.
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El siguiente cuadro se refiere a los salarios según antiguedad. No sólo tenemos más profesores que nadie, además son los que más cobran. Muy particularmente, es de sospechar, en el sistema público, donde también son más bajas las ratios de profesores y alumnos. Lógicamente, los gastos de personal son el capítulo que absorbe casi todo el dinero que tenemos para el sistema educativo.
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El último gráfico muestra la relación entre lo que cobran los profesores en cada país y lo que cobran el resto de profesionales con titulación universitaria. O lo que es lo mismo, los profesores están mejor pagados en España que en el resto de países respecto al resto de titulados. Los resultados hablan por sí sólos.
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Cada vez que se nos diga que los estudiantes tienen malos resultados académicos, pero que el problema es la falta de dinero, tal vez interese recordar todos los datos que acabamos de mostrarles evidenciando dónde va el gasto en educación en España. La realidad del profesorado en España es que hay muchos profesores y, comparativamente, cobrando mucho más dinero que el resto. Los resultados, por otro lado, después no están a la altura de lo que pagamos.
5 respuestas
Muchas veces se da a entender que para que la educación funcione todo se trata de medios y dinero, gastado alegremente, porque sí , si nacer demasiadas preguntas. Cierto es (nadie lo niega) que sin dinero no se hacen las cosas, pero hace falta un cierto tono en el acto de enseñar y en el de ser enseñado. Va a hace un año que el majadero de Maya se empeño en hacer un Riau Riau. En los incidentes se destacó un verdadero animal, protagonista de la portada de Diario de Navarra. A los días, al ser detenido, resultó ser profesor de instituto. Aún estoy esperando que un solo colectivo docente lamente que un tipejo así pueda dar clases. Ese tipejo atenta contra la dignidad docente. Pero los sindicatos de profes siempre dan a entender que la dignidad se mide en dinero, limitándose a estar muy bien pagado y con poca carga de clases «para poder prepararlas bien…»
El cáncer principal de la educación en España tiene como origen las leyes de educación socialistas para crear tontos útiles, y como metástasis la creación de una casta de funcionarios vividores con altos sueldos, baja calificación y nula vocación para trabajar con niños y enseñar. Ahora saldrán algunos diciendo que ni todos son así (de acuerdo) y que no hay que juzgarlos a todos por igual…¿ah, no? ¿Dónde estaban antes todos estos parásitos camuflados de verde cuando la calidad de enseñanza caía a niveles africanos? ¿dónde estaban estos pájaros dizque defensores de las libertades cuando veían sacar del curso a niñas de 10-11 años para ponerles un velo en la cabeza y terminar con su educación? Algunos por omisión y el resto participando en el destrozo, sólos o en compañía de sindicatos de clase trincones.
Y en la concertada y privada cobrando menos y con más alumnos y horas lectivas. Pero allí se les reconoce su labor y se les llama por su nombre, no con un mote.
Otros cambiaron su dignidad y honor por un plato de caviar, y algunos trepas llegaron hasta a diputados inermes del PSOE…
Malditos criminales…habéis asesinado la educación de una generación entera, ahora tenemos lo que habéis cobrado tanto para obtener, los NiNis, lo más parecido a sus creadores.
Los resultados estadísticos no tienen un valor absoluto, sino que han de ser completados con otros que tienen que ver con la cultura general del país, el comportamiento de las personas, etc., difícil de medir. Las estadísticas podrán ser menospreciadas negando su rigor, la calidad del universo elegido, etc. Pero lo que se palpa en España es ese nivel objetivo de la calidad ciudadana que se palpa por doquier y a la que apunta «el liberal navarro». En ambos casos, estadística más calidad ciudadana, los resultados son demoledores. Únase a ello los costes, no sólo nacionales, sino autonómicos y por universidades públicas, y la catástrofe es magnifica. Más aún, si ese «esfuerzo» se realiza para que nuestros titulados estén en paro o marchen al extranjero, permítanme la expresión, la cagada es monumental. La culpa es del sistema, de los que nos precedieron, del maestro armero… Siempre me he preguntado cómo es que tenemos un Código Penal si nunca hay culpables.
Por cierto, hablando de Educación, al curso que viene (14/15) quitan los conciertos a la Educación Diferenciada. Y aquí nadie dice nada.
– No, que hay que aprobar lo de Wert y entonces ya no habrá problemas…
– Si no se aprueba lo de Wert, habrá problemas, y a algunos les llamarán los palmeros.
– Que no, que verás como se aprueba…
– Ya, como lo del 6,5 para las becas, no?
– No, que lo de la diferenciada va en serio
– Ya, va tan en serio que la Ley Wert lo que dice es que los colegios diferenciados PODRAN ser concertados según lo establezca las autoridades competentes. Que son las que han establecido que NO los concertarán.
– No jodas!!
– Ale, y a seguir dando palmas!!
En el caso de la universidad pública española, a raíz de la polémica suscitada por las becas, los magníficos rectores han aprovechado para rasgarse las vestiduras y berrear un poquito apelando al quebranto del principio de igualdad de oportunidades, que es un falaz parapeto para esconder su aplastante mediocridad, gracias a que ha alcanzado una dimensión innecesariamente desproporcionada (en casi cada provincia te encuentras una universidad, o un campus en su defecto), y para poder seguir manteniendo semejante dispendio se ha llevado a cabo un política coherente: 1.Una selectividad que no selecciona, porque se necesita que accedan miles y miles cada nuevo curso. Ahora, algo impensable hace 5 ó 10 años, si un alumno ha concluido el ciclo superior de FP, se le invita a ingresar en la universidad con una ventaja de partida al «convalidándole» unas pocas asignaturas o créditos por los cursados en FP. Es decir, equiparan contenidos de FP con los universitarios. Tronchante; 2. Tarifas de matrícula bajas, para que se pueda matricular todo hijo de vecino y no haya efecto expulsión por motivos económicos. 3. Además, por si acaso, muchísimas becas de escasa exigencia y, claro está, de escasa cuantía; 4. Exigencia académica en las carreras que da risa, para que la expulsión por bajo rendimiento sea casi nula. Todo ello ha conducido a una calidad tirando a mala. Y esta universidad pública tan progresista, ¿qué ha conseguido socialmente?: 1. Crear miles y miles de titulados cuyos títulos se valoran en el mercado de trabajo como bono basura, y cuyas posibilidades de empleabilidad son evidentes, vistas las tasas de paro juvenil (mera aplicación de la ley de oferta y demanda). 2. La mejor aliada de la clase empresarial para bajar los sueldos de titulados universitarios a niveles bastante menos que mileuristas, e incluso sin cobrar siquiera. 3. Estimular la creación de universidades privadas, vista la calidad de las públicas, y vistas las facilidades que se dan para que haya nuevos alumnos. Y 4. Con tal de seguir alimentando a una pléyade desmesurada de funcionarios docentes, el mejor favor que le han hecho a las clases sociales medio-bajas ha sido arruinar por completo el que fue durante muchos años el más eficaz ascensor social que hemos tenido: una educación pública y, en particular, una universidad pública, basadas en el mérito y la capacidad. Los miles y miles de titulados parados -nuestros hijos- nos lo van a agradecer durante el resto de sus días. No somos más tontos porque no nos entrenamos.