Las pretensiones de María Chivite para sacar adelante la legislatura resultan bastante evidentes. Se trata de pactar un “programa de progreso” con Geroa, Podemos e IE, con el cual poner en un brete a Bildu. Obviamente se trata de propuestas seductoras para el electorado de izquierdas. Bildu tendría que explicar a sus votantes por qué se opondría a aquellas. Fuera del programa pactado, existen cuestiones como el AVE o el Canal en las que el PSN y Geroa es a Navarra Suma a la que pondrían en un brete. Navarra Suma tendría que explicar a su electorado por qué no apoyar una propuesta favorable al Canal o al AVE. De este modo, el PSN podría sacar adelante con el apoyo de unos u otros la mayor parte de su programa, incluso la parte de su programa que no apoya la izquierda más extrema, y al mismo tiempo podría terminar la legislatura presumiendo de transversalidad y capacidad de haber pactado con todos. Es la teoría del balancín. El apoyo puntual de Navarra Suma en determinadas cuestiones contrapesaría además el apoyo en otras de Bildu.
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Es por tanto una prioridad para Navarra Suma, e incluso para Bildu, tratar de escapar de la teoría del balancín y el juego del PSN, si quieren poner en problemas a Chivite e incluso estorbar una reedición del gobierno de Chivite en la próxima legislatura. ¿Pero cómo vender al propio electorado una oposición sistemática a Chivite incluso ante caramelos como el AVE o el Canal?
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Una primera vía es explicar al propio electorado la propia trampa del balancín y que no se trata de elegir entre entre AVE o no AVE, sino entre en el AVE y todo el programa del PSN y Geroa. Decir sí al AVE es decir sí al balancín y al funcionamiento del gobierno de Chivite, de modo que decir sí al AVE no es sólo decir sí al AVE sino también decir sí a SKOLAE, a la fiscalidad o a la polítiica lingüística del nacionalismo. Podría parecer que Navarra Suma apoyaba sólo al AVE pero en realidad, apoyando al AVE, estaría apoyando toda una estrategia, un programa y toda una manera de gobernar.
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Existe de todas formas otra manera de reventar la teoría del balancín y es la que podríamos llamar la teoría del AVE con jacuzzi.
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Si el PSN y Geroa plantean un apoyo puntual para el AVE, Navarra Suma debería reclamar que el AVE incluyera un jacuzzi. Y si el PSN y Geroa aceptan que el AVE lleve un jacuzzi, entonces Navarra Suma debería reclamar que el estado adelantara el dinero. Y que se comprometiera a construirlo en un mes. Y que existiera una claúsula de penalización al estado de 500 millones anuales si no cumple los plazos. Y que en Navarra los raíles del AVE fueran de oro…
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Como poco este tipo de política conduciría a dos resultados, que serían:
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1-Tensar las relaciones entre el pentapartito.
2-Llegados a cierto punto, poder decir y con razón que sólo con las exigencias de Navarra Suma llegaría el AVE con las debidas garantías, condiciones y plazos.
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De cara al propio electorado, puede que resultara más fácil justificar una negativa al AVE alegando que la propuesta del PSN y Geroa era insuficiente más que una negativa por principio. Naturalmente este tipo de estrategia lo mismo podría servir para negar el apoyo a PSN y Geroa en el AVE como en cualquier otro asunto.
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Por otro lado, es probable que Bildu llegue a una conclusión parecida respecto a su forma de actuar por el otro lado del espectro ideológico, aunque será su problema si ellos sí quieren convertirse en una mera máquina de apoyar todo lo que quieran PSN y Geroa cuándo y cómo quieran PSN y Geroa.
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