Asirón asume la tarea de los violentos prohibiendo en vez de protegiendo los actos de VOX

Bildu prohíbe un acto de VOX alegando la posibilidad de que se produzcan incidentes entre los militantes y simpatizantes de VOX y los sujetos que pudieran acudir a sabotear violentamente ese acto. Tan grave es sin embargo la prohibición como la propia justificación. Estamos ante un auténtico atropello a la libertad política, de reunión, expresión y manifestación.

Si una autoridad democrática no puede prohibirle a un partido político legítimo un acto público es precisamente porque pueda sufrir un boicot violento. Lo que tiene que hacer una autoridad democrática, por el contrario, es defender a toda costa el derecho de los partidos, de todos los partidos, a su acción política y a su libertad para llevar a cabo actos públicos. Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento, o en su caso el gobierno, no es prohibir el acto sino defenderlo. A toda costa. Sencillamente porque lo contrario es el fin de la democracia.

Si la autoridad prohíbe un acto político a un partido legal porque pueden aparecer unos boicoteadores violentos, entonces lo que hay que hacer para evitar que un partido pueda celebrar actos públicos es ir a boicotearlos violentamente. Lo que está haciendo el Ayuntamiento de Pamplona, casualmente de Bildu, es validar la violencia y el boicot a la libertad. Si quieres que un partido no celebre un acto público, ve a tirar piedras. La próxima vez el Ayuntamiento prohibirá el acto para evitar incidentes. Los violentos ganan. El Ayuntamiento en el fondo con esto lo que hace es asumir él mismo el papel de boicoteador. El boicoteador le da un pretexto al Ayuntamiento para prohibir el acto. El Ayuntamiento hace suya la causa del boicoteador. El Ayuntamiento manda el mensaje al mundo de que la violencia funciona. Ya no es que se pueda silenciar al rival a pedradas, es que el Ayuntamiento facilita el trabajo al apedreador para que ni siquiera tenga que ir a lanzar las piedras o las botellas. Que se silencie a la víctima sin que el agresor tenga siquiera que hacer frente a la responsabilidad por sus actos. Vayan ustedes a lanzar botellas a los actos de todos los partidos políticos que no piensen como ustedes. Viva la democracia. Por supuesto todos sabemos que esto sólo funciona para la extrema izquierda y la izquierda abertzale. Es inconcebible que el Ayuntaminento de Pamplona, o el gobierno, prohibiera un acto de Bildu, de Podemos o del PSOE por el riesgo de que hubiera una horda que les lanzara ladrillos. Primero porque no hay hordas derechistas que vayan a tirar piedras a Bildu o las extremas izquierdas, y segundo porque entonces la autoridad sí que defendería la celebración de esos actos.

Al prohibir la celebración del acto de VOX, es el Ayuntamiento de Pamplona el que asume el papel del boicoteador violento. Lo sustituye. Esto sólo puede explicarse por cobardía o por sintonía con el boicoteador. Todos sabemos cuál es el caso de Bildu. En todo caso el mensaje es que la violencia funciona. Seguimos viviendo en un plano inclinado a favor de la izquierda y el nacionalismo. Sigue sin haber igualdad para hacer política en muchas partes de España, desde luego en Navarra, pero también en otros muchos lugares. Tienes lo que incentivas. La violencia de la izquierda abertzale y de la extrema izquierda no desaparece porque está incentivada. Consagrar el uso de la violencia desde el poder para conseguir que tus rivales no puedan hacer política con normalidad es incentivar la violencia. Ya saben todos los violentos lo que tienen que hacer para limitar la acción política de sus rivales. El Ayuntamiento de Pamplona, queriéndolo o no, está incentivando esa violencia. La secuencia del mensaje que se está enviando a los abertzales violentos o los ultraizquierdistas es fácil. ¿Quieres evitar los actos de un partido político que no te gusta?

1-Vete a tirarles piedras.

2-Consigue con ello que sus actos se conviertan en situaciones de riesgo.

3-Tu ayuntamiento amigo, considerando que efectivamente son actos de riesgo, los prohibiría consiguiendo el efecto que deseabas.

Repasemos por lo demás algunos principios elementales de democracia. En democracia tienes derecho a manifestarte, pero no a boicotear la manifestación del de enfrente. Aunque aquí se han bendecido las contramanifestaciones, lo cierto es que lo que existe es el derecho a manifestarse, no el derecho a contramanifestarse. Contamanifestarse es de hecho impedir la libertad del otro a manifestarse. Uno tiene derecho a manifestarse otro día, o a otra hora, o en otro sitio, por la cosa opuesta a otros manifestantes, pero no a reventar la manifestación de los otros. Si alguien va a reventar una manifestación o un acto político de un partido legal, lo que tiene que hacer la autoridad si aparecen boicoteadores es proteger ese acto o esa manifestación y actuar contra los boicoteadores. Eso en una democracia. Otra cosa es un lugar donde el alcalde es Joseba Asirón.