La noticia de que la famosa Mano de Irulegui al final igual no tiene nada que ver con el euskera fue ayer objeto de todo tipo de chanzas a lo largo y ancho de las redes sociales. Tanto colgante, tanta camiseta, tanta sudadera para tratar de expresar el orgullo eusquérico, o para intentar tapar la ausencia de los suficientes apellidos vascos del exhibidor de la camiseta, total para que al final de lo que hayan hecho muchos una exhibición inconsciente sea del orgullo celtibérico, de la mezcla que ha sido siempre Navarra, del crisol cultural sobre el que vivimos y del que por supuesto, eso no vamos a negarlo, el vascuence forma parte. Pero eso: es sólo una parte.
Vendo camiseta barata. Poco uso 😂 pic.twitter.com/yCfXlQL0hn
— Adolfo (@adolfopamplona) January 10, 2024
Dicho esto, no todo debe ser risa en torno a este asunto. Para empezar, recordemos la prisa con la que todo el Gobierno de Navarra se volcó en este asunto, rechazando el más mínimo atisbo de prudencia y de contención. Una vez más el Gobierno de Navarra se comportó como un gobierno nacionalista, no como un gobierno plural, como un gobierno en el que los nacionalistas deciden y los no nacionalistas obedecen. Pero además como un gobierno nacionalista torpe y precipitado, más llevado por el deseo que por los datos y la razón.
La lehendakari María Chivite @mavichina presentando junto a @aranzadi la Mano de Irulegi #IrulegikoEskua #Sorioneku https://t.co/b1bgnCw5jQ pic.twitter.com/ccorvREGO6
— GARA Iñaki Soto (@gara_isoto) November 14, 2022
En su afán por imponer la mitología eusquérica, la mayoría de “progreso” del Ayuntamiento de Pamplona se dio la mayor prisa posible por implantar el discurso nacionalista, a través del hallazgo, en el material divulgativo para los escolares que depende del Ayuntamiento de Pamplona. Incluso Maya, temiendo probablemente el sambenito de euskarafóbico, se unió a la declaración de los euskarafílicos reclamando que las consecuencias derivadas del hallazgo “se trasladen a los materiales escolares editados desde este Ayuntamiento, con intención de mejorarlos y enriquecerlos”. Ahora que parece que ante lo que siempre hemos estado es ante una tesera celtibérica, ¿también la metemos con las consecuencias correspondientes en el material educativo escolar o corremos un tupido velo sobre el asunto?
La Mano de Irulegi, material divulgativo para escolares de Pamplonahttps://t.co/G16gqXCEvU
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) December 2, 2022
Puesto que desde el primer momento, como se publicó en este confidencial, ya existían serias dudas sobre la mano y su eusquerificación indiscutible, no es cosa de risa la rendición preventiva de los no nacionalistas respecto a este asunto de la mano, expresivo de otras muchas otras rendiciones preventivas en muchos asuntos. Así nos va como nos va a los no nacionalistas en Navarra, y encima nos sorprendemos.
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La imagen anterior, seguramente la menos risible de todas, es precisamente la uniformidad mediática (Diario de Navarra incluido) que acompañó a la presentación de la mano y al discurso que acompañó en todo momento a esa presentación. Una uniformidad semejante sólo se ha visto en los editoriales de los medios catalanes cuando se votó el “Estatut”, o cuando el gobierno central se compró durante la pandemia todas las portadas de los principales periódicos. ¿Nos sorprende la uniformidad ideológica que se va formando en Navarra cuando viene precedida de semejante uniformidad editorial?
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Un comentario
Suelo estar de acuerdo con Navarra Confidencial, pero esta vez no.
No, en todo lo que se refiere a los comentarios sobre la famosa Mano, sea o no vascona.
Me parece muy negativo unir inexorablemente el amor al euskera, el orgullo de ser vasco, de las tradiciones, del origen del pueblo vasco, a un nacionalismo separatista.
Ellos (los aberzales) están luchando desde hace tiempo para conseguir esto. Apoderarse de la cultura vasca, de nuestro pasado (el presente ya lo tienen), del orgullo de sentirse vasco, el amor a lo nuestro.
Reacciones como la de este periódico con el motivo de la mano (sea finalmente vascona o no), es lo que desean.
Y los demás, los que nos sentimos orgullosos de nuestra vasquidad sin ser nacionalistas aberzales, nos vemos totalmente desamparados, cuando lo que se debía hacer es apoyar el vasquismo sano de toda la vida. Yo soy pamplonesa de toda la vida. Una vida ya muy larga. Y recuerdo que todos nos sentíamos vascos y estábamos supderorgullosos de serlo. Y si. Quizá exagerábamos con leyendas y tradiciones, como todos los pueblos de la tierra. ¿Y qué?
Los aberzales batasunos ahora estarán brindando con champan ante artículos como este.