Y con ella el sol, las flores, las bicicletas, las terrazas, las golondrinas becquerianas. Un momento, no son golondrinas becquerianas… ¡son pingüinos!
Y con ella el sol, las flores, las bicicletas, las terrazas, las golondrinas becquerianas. Un momento, no son golondrinas becquerianas… ¡son pingüinos!