Irene Montero: tú dime cómo te percibes y yo te diré de qué te defiendo

Irene Montero, en realidad todo lo que representa Irene Montero, tiene un problema y es que se presenta en público como la mayor defensora del mundo de la mujer, pero no sabe definir qué es una mujer. Tiene otros problemas, como que mientras dice dedicarse a defender a la mujer lo que hace en realidad es a rebajar las penas de los agresores sexuales y ponerlos en la calle, o a aumentar la inseguridad, o ver cómo durante su mandato ministerial le suben las cifras de agresiones sexuales y feminicidios. Todo eso es terrible y escasamente compatible con la defensa real de la mujer, pero ante su dificultad para poder definir qué es una mujer con lo que nos encontramos es con un problema de fondo.

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La última polémica al respecto deriva de una entrevista concedida al diario El País, que tampoco es en principio el medio que podría ser más hostil con Montero, el cual no obstante le enfrenta con esta cuestión ante la que Montero vuelve a naufragar con manifiesta incapacidad.

Para empezar, ser mujer no puede ser una situación. Una situación es una posición relativa. Eso es pasar la condición femenina del campo del ser al del estar. Ni todo el que está en una situación de desprotección o de pobreza o de injusticia es una mujer, ni todas las mujeres están en una situación de desprotección, pobreza o injusticia. Atendiendo a la respuesta de Montero, aparte de soslayar el fondo de la cuestión, pareciera que para que en España dejara de haber mujeres en el paro o en la pobreza bastara con que todas las paradas o todas las mujeres pobres se cambiaran de género. Como si la causa de estar en paro fuera autopercibirse mujer en vez de autopercibirse hombre. O como si para dejar de ser pobre bastara con autopercibirse hombre, o ya puestos autopoercibirse millonario. Un parado con pene, según la definición de Montero, es menos hombre que Ana Patricia Botín. Ana Patricia Botín por lo demás es menos mujer que casi todos los hombres de este país.

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No menos catastrófico es el naufragio de Montero a la hora de intentar responder a la pregunta de si para ser mujer basta con sentirse mujer, acusando al entrevistador de formular una pregunta transfóbica en vez de contestar la cuestión. Es como si al preguntarle a un talibán por qué las mujeres tienen que llevar burka el talibán, en vez de responder como pudiera, acusara al entrevistador de hacerle una pregunta islamófoba. Lo que pasa es que no resulta a estas alturas muy sorprendente que la forma de reaccionar de Irene Montero parezca la de un talibán.

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Por otro lado siempre habrá se ponga como se ponga Montero un abismo entre autopercepción y realidad. O sea, una mujer no puede evitar por ejemplo el riesgo de embarazo por el mero hecho de autopercibirse un hombre durante el coito, igual que un hombre no se puede quedar embarazado por autopercibirse mujer durante la misma situación. Dos hombres que se acuestan juntos no pueden tener sexo lésbico y no es lo mismo tener sexo con Kendall Jenner que con una mujer que se autoperciba como Kendall Jenner pero que se parezca más bien a Angela Rodríguez Pam. Que te atropelle un coche no tiene que ver con tu autopercepción de si viene o no viene un coche por la carretera, sino con el hecho de si viene o no viene un coche en la realidad. Por eso antes de cruzar una carretera hay que mirar.

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Comentarios (2)
  1. PROGRESISTA pero de los que quiere progresar says:

    Este artículo es sencillamente genial.

    Bien puntuado. ¿Te gusta? Thumb up 6 Thumb down 0

  2. BURBUJISTA LADRILLISTA says:

    “Frente a la realidad, cualquier idealismo siempre será un engaño” Nietszchen (fin de la cita)

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