Los incursores despliegan entre aplausos la bandera de Navarra en Tudela

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Una creciente e intrépida tropa navarra viene en los últimos tiempos desplegando una bandera navarra gigante en algunos enclaves simbólicos de Navarra. Este fin de semana le ha tocado a Tudela, en donde primero se pudo ver la bandera en el cerro que donde estaba el Castillo de Tudela desmochado por el Duque de Alba,  sobre el que hoy se yergue el Monumento al Corazón de Jesús, y posteriormente en pleno centro de la localidad, en la Plaza de los Fueros. La colocación de la enorme bandera en el quiosco de la plaza fue además un momento de gran emotividad porque, aparte de los incursores, todos los transeuntes y vecinos que se encontraban en ese momento en la plaza prorrumpieron en un espontáneo y sonoro aplauso al despliegue de la bandera. Hay ganas, se palpa, de reivindicar los símbolos verdaderamente navarros. Antes del despliegue de la bandera en Tudela, los incursores la habían desplegado en el Castillo de Maya y en el de Tiebas.

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Reacción a la ofensiva nacionalista

Ingenuidades aparte, el objetivo declarado del nacionalismo vasco es anexionar Navarra a la CAV, convirtiendo la Comunidad Foral en una provincia más de Euskadi (esto lo reconoce la propia presidenta Uxue Barcos), convertir en vascoparlantes a todos los navarros mediante la discriminación del resto y poner a Navarra, junto a las provincias vascas, a la sombra de la ikurriña. Esto que lo ha querido siempre el nacionalismo desde la oposición, lo quiere ahora desde el gobierno. Como es lógico, estando el nacionalismo en el gobierno la ofensiva y la amenaza real es mucho mayor, como lo estamos experimentando desde hace dos años. Se nos está imponiendo una realidad institucional artificial que poco a poco, a golpe de subvención y discriminación, vaya sustituyendo la auténtica realidad social y lingüística de la Comunidad Foral. El despliegue de la bandera de Navarra en Tudela, como los despliegues anteriores en Maya o Tiebas, parecen los primeros síntomas de un pueblo que despierta, se despereza y empieza a reaccionar.

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La ofensiva nacionalista no tiene respaldo popular mayoritario

Los nacionalistas siguen siendo el 30%. Aunque a la vista de todas las decisiones que está tomando el cuatripartito parezca que toda Navarra no hace otra cosa que suspirar por la ikurriña y por ceder nuestro autogobierno a Bilbao, lo cierto es que los nacionalistas siguen siendo el 30%. Si están en el poder y parece que gobernaran solos y con mayoría absoluta es únicamente porque cuentan con el apoyo de Podemos e IU, dos fuerzas que en Navarra son políticamente nulas y meras portamaletas del nacionalismo. Es por ello que la reacción popular de la sociedad navarra resulta absolutamente necesaria. La reacción no llegará sola. Las cosas no se consiguen no haciendo nada para conseguirlas. Es preciso extender la percepción de que los partidos que ahora nos gobiernan no han venido a traernos ningún reino de leche y miel sino a conseguir la ikurriña, la euskaldunización y, como paso final, la anexión. Sería penoso tratar de iniciar la reacción el día después de la anexión. La reacción será muy difícil el día antes o el mes antes al momento de la anexión. El momento de la reacción es ahora. Es ahora cuando estamos a tiempo.

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