¿La ópera no es kultura? El maltrato del cuatripartito a la AGAO frente a otros proyectos culturales

No cabe duda de que la ópera es cultura, ¿pero es también “kultura”? Según se desprende de la agónica situación de la AGAO (la popular Asociación Gayarre de Amigos de la Opera), para el cuatripartito parece que no.

AGAO advierte de que puede desaparecer por el recorte de la ayuda pública

La AGAO ha calificado de “brutal” el recorte del 60% en las ayudas públicas que venía recibiendo. Un recorte que se suma al que ya sufrió la AGAO en el año 2011. De este modo, la asociación pasó de los 325.000 euros de ayudas a 252.000, que el Gobierno de Navarra le ha comunicado que se van a quedar con el “gobierno del cambio” en 105.000.

Por si fuera poco, el ejecutivo foral comunicó esta decisión a la AGAO el pasado 24 de febrero, “con el año ya empezado, con toda la programación de 2016, con los espacios escénicos, las orquestas y los cantantes reservados; nos coge a contrapié”, denuncia la asociación. La Asociación Gayarre de Amigos de la Opera advierte que este recorte la deja en riesgo de desaparición y que con ese presupuesto su actividad “resulta imposible”.

¿Quiere el Gobierno de Navarra destruir a la AGAO?

Es una pregunta legítima a la vista de algunos hechos. Si el Gobierno de Navarra quisiera cargarse adrede la AGAO, no hubiera hecho las cosas muy distinto de como están sucediendo. Por otro lado, ¿hay en el voluminoso catálogo de subvenciones del Gobierno de Navarra muchas iniciativas que merezcan más la subvención que la AGAO? Ante un crecimiento de la recaudación de 190 millones de euros y un gobierno que presume de estar al lado de la cultura, llama poderosamente la atención este maltrato singular a la AGAO. Sería un extraño epitafio poder decir que esta asociación lleva 26 años de existencia y ha sobrevivido a gobiernos y circunstancias de todo tipo, hasta la llegada del cuatripartito.

Desde luego no es que el Gobierno de Navarra haya dejado de subvencionar con carácter general al mundo de la cultura, lo que nos situaría en otro debate, sino que del reparto de las ayudas públicas se deja prácticamente fuera a la AGAO. Un par de ejemplos.

En los Presupuestos Generales de 2016 se aprobó una enmienda de aumento de gastos por importe de 200.000 euros para la creación de una nueva partida denominada “Convenio con la Fundación Auditorio de Barañain”, una localidad gobernada por Bildu. Esta partida llamó la atención en su momento porque, al mismo tiempo, se dejaba sin asignación al Teatro Gaztambide de Tudela.

Los Presupuestos Generales de Navarra incluyen también una enmienda de aumento de gastos por importe de 250.000 euros para la creación de una nueva partida denominada “Convenio con la Escuela Navarra de Teatro”. Esta escuela ha sido noticia en diversas ocasiones por sus obras infamantes contra los católicos o por acoger en sus instalaciones a colectivos de apoyo a los presos de ETA.

Cultura es cultura cuando conviene

Da la impresión de que no es por tanto que no haya dinero, sino que el dinero llega a unos pero no a otros. No cabe duda de que la ópera es cultura y que se trata de una afición políticamente transversal, por lo que en la AGAO habrá personas de todo el espectro ideológico. Es decir, la AGAO reuniría todas las características idóneas para recibir una subvención, si las premisas bajo las cuales el gobierno reparte subvenciones culturales fueran honestas y neutrales. Huelga decir que si se tratara de algo relacionado con el vascuence y la chalaparta se sacaría dinero de donde fuera.