¡Qué país!

Vivimos en tiempos convulsos, donde existen una mezcla de postureos junto a también posicionamientos políticos serios. No es fácil distinguirlos, pues aparentemente todo es posible, y la seriedad de los medios de comunicación para ilustrar a la opinión pública, deja mucho que desear. Todo es muy confuso, porque están mezcladas posiciones legítimas junto con tacticismos encaminados a mejorar el posicionamiento de determinados partidos de cara a las muy posibles próximas elecciones.

Las encuestas de determinados medios de comunicación están cargadas de intención, en sus propuestas y resultados. Son encuestas de parte, con motivación ad hoc, donde todo el mundo apuntala lo de los suyos, y en general muy poco de lo nuestro, de lo de todos. Ahora se nos presentan como grandes estadistas, los que hasta anteayer actuaban como obstruccionistas, ahora resultan que son unos tipos sesudos llenas sus cabezas de sentido de estado, mientras intentan ampliar entre sus interlocutores para formar gobierno, a los enemigos de la democracia española.

La tontuna de martillearnos con frases hechas sobre el “progreso”, las “reformas” y la “modernidad”, de verdad es que nos aburre. Aparentemente no se ha entrado todavía en discutir contenidos pro positivos para mejorar la vida  de todos los españoles. Las reuniones hasta la fecha se parecen más a las asambleas de los miembros de un sindicato, todos ellos cabreados con el gobierno anterior. Quieren desmontar todo lo hecho por este.  No se si nos merecemos semejante escenario, no se si hemos cometido suficientes pecados para merecernos tanto castigo. Está bien que acudan disfrazados los nuevos líderes al akelarre progre de los Goya. Nada es lo que parece, ni como se presentan con más etiqueta ante sus amigos progres que en la obligada visita institucional con el Jefe del Estado. ¡Qué país! dan ganas de salir corriendo y exiliarse.