Acomplejados

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Existe un cierto complejo de inferioridad en sectores de la derecha que les hace estar hoy en España, a la defensiva. La mayor de las veces parece clandestina, casi oculta, a la que no le gusta expresar sus opiniones, sus ideas en público. Son demasiados los frentes abiertos: una rabiosa política de género, la pro homosexualidad militante, la falta de una idea de España integradora y amable, una administración elefantiásica y lógicamente costosa e ineficaz, una confianza exagerada en lo público, la abundante presencia cotidiana de las drogas, una emigración sin cortapisas cada vez mas costosa de asimilar, la lucha contra el yijadismo, una confusión entre víctimas y verdugos, la poca natalidad y el envejecimiento, etc. Una sociedad en abierta oposición en muchos aspectos de lo que nos enseñaron nuestros padres.

En la práctica muchas personas conservadoras pretenden actuar como los demás, sin llamar la atención, queriendo seguir aferrados a sus seguridades económicas, o a su espacio de privacidad y con una presencia social políticamente correcta y consentida desde el poder, de turno. Muchos parecen haber interiorizado una conciencia de derrota, que los convierte en pesimistas quejosos, o en desencantados. Necesitamos mirar todos al futuro con optimismo, alzar la voz en nuestro entorno, con educación, con respeto, con razones, pero con firmeza, no podemos dar por bueno lo malo. Estamos obligados a defender las ideas que tenemos, ya lo dijo Edmund Burke, que el principal problema para que triunfen los malos, es la inacción de los buenos.

Se necesita una aptitud evangelizadora, misionera, militante, donde no se oculten lo que pensamos, quienes somos y porqué apostamos por lo que entendemos es la mejor solución de los problemas, aunque no encontremos ni aplausos fáciles, ni comprensión por parte de muchas personas que confían en exceso en lo público. Mostremos la debilidades de los partidos políticos que no apuestan por la mejor solución a los problemas. Sabemos que siempre los problemas tendrán un sitio en las sociedades modernas, ya que sí se superaran unos problemas, lógicamente aparecerán otros nuevos, no previstos.