Unos buenos días de vacaciones dan perspectiva. La realidad es tozuda y para apreciarla mejor siempre hay que mirarla desde la media distancia. Fue en parte debido a la ley del péndulo -después de tantos años en el poder- y también por los sobrados méritos de unas fuerzas políticas que consiguieron hartar a parte de sus votantes, lo que nos ha llevado a este “cambio”, más por los pecados de los nuestros, que por los méritos de los nuevos mandamases.
Pero no nos pongamos nerviosos: sabemos que sus errores llegarán, unos por su incomprensión de la realidad navarra, otros por la falta de respeto a las convicciones mayoritarias y los demás por sus limitaciones humanas. Hasta ahora la verborrea de la Sr. Barcos, se limitaba a dar lecciones de toreo de salón, eso sí a troche y moche, y hay que reconocer que le ha funcionado bien con su parroquia, con los de cerca de su parroquia e incluso como para embaucar a muchos populistas ingenuos. Ahora les toca decidir, fijar posiciones, satisfacer a unos y cabrear a otros. Elegir no es un cuento de hadas, muchas veces hay que hacerlo entre lo malo y lo menos malo, y por ello como todos, necesariamente meterán la pata. También facilitaran las cosas el agudizamiento de las contradicciones entre “la banda de los cuatro” con el paso del tiempo.
Es verdad que muchos navarros han estado demasiado pasivos en los temas de participación política, confiando en que bastaba con que los suyos les sacasen las castañas del fuego, ellos se limitaban a votar cada cuatro años. Ahora ha llegado la hora de que se movilicen, que no olviden que esta tierra nuestra guarda en su memoria colectiva un germen de rebelión contra cualquier tipo de imposición, como están empezando a comprobarlo.
Confiemos desde Navarra Confidencial en seguir proporcionando argumentos, razones, denunciar sus atropellos, y así les iremos -junto con otros muchos- poniendo en su lugar. Es verdad que es un poco cansino dedicarnos a desenmascarar a todas esas pandas de nacionalistas vascos y populistas. Así que paciencia, toca estar atentos, esperar a que lleguen sus equivocaciones, que llegaran. No paran, ahora nos salen con una nueva mitificación de la Batalla de Roncesvalles ¡toma castaña!
Pero no olvidemos que en la medida que trabajemos por una Navarra abierta, que no se mire el ombligo ante los problemas que tenemos todas sociedades desarrolladas: lucha contra el paro, el emprendimiento, la emigración, la demografía, las drogas, la consolidación de la familia, la convivencia entre los distintos, el yihadismo, la economía financista, hacer frente al consumismo alocado, el respeto por la naturaleza, nuevas tecnologías, etc., se lo pondremos más difícil. Muchos estamos hartos de tanto progresismo de salón, hartos de discursos llenos de topicazos, unos populistas y otros sabinianos, lejos de nuestras necesidades.
Quiero recordar a comienzo de curso que el próximo 3 de diciembre Navarra Confidencial cumplirá su Décimo Aniversario, ha sido una década apasionante que nos anima a seguir en la brecha, y hoy nos vemos más necesarios que ayer.
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