Primero, da pie a hacer bromas racistas. Y segundo, es bipolar y siembra el germen de la violencia de género.
Esto es lo que he pensado mientras el semáforo estaba en rojo y me distraía viendo el cartel que anuncia “El Cabaret del Circo de los Horrores” en Bilbao.
Primer pensamiento. La chica del cabaret es negra. Una negra invitando a ver su horror da pie a hacer bromas racistas. Craso error publicitario.
Segundo pensamiento. La marquesina que sostiene el cartel es bipolar. La semana pasada tenía colgada a una chica de no más de 18 años que decía “Si tu chico te hace sentir miedo, cuéntalo. Hay salida a la violencia de género “. Y esta semana me anima a pasar miedo en el Cabaret. La candorosa chica se ha transformado en una mujer negra cobijando provocativamente a una especie de drácula blanco. Así que si tu chico te da miedo, tal vez es porque ha ido al cabaret y se ha inspirado en la cortesía con la que tratan el Conde Drácula, Frankestein y el Hombre Lobo, a sus chicas. Todos ellos, si fueran reales, aumentarían el número de mujeres víctimas de la violencia de género que dramáticamente asciende cada día a medida que la pornografía se normaliza.
La pornografía y la violencia de género se apuntalan para dominar a las mujeres. ¿Alguien me lo explica? ¿Qué tipo de gente es la que busca entretenerse con lo feo y lo macabro?
El semáforo se puso en verde. Solté el embrague y pisé el acelerador, reafirmando mi empeño de no ser una mujer que se deja dominar.