Permítanme, preguntar: ¿no apostábamos al 100%?, ¡Madrid, Madrid, Madrid, …!, pues vaya chasco. Claro está que no por no anunciado, por no previsto, no “intuido” por todo aquel, que hubiese analizado previamente la realidad española, y la verdadera imagen que proyectamos al exterior.
Con todo el respeto, y desde luego con las mayores disculpas a quien se pueda sentir ofendido, sin tener que serlo, vamos a analizar una serie de visiones de cualquier miembro de C.O.I. que tuviese que votar por una candidatura u otra.
Voy a eludir nombre alguno, porque para entendernos, no hace falta alguna poner nombres a lo que conocemos acontecido.
Bodas pagadas de aquella manera, fondos recaudados de aquella manera y sobre sueldos repartidos de la misma manera.
Otros a vivir a suiza, y preparando eventos parecidos, parece que no existe la trasparencia debida, representantes de donde se celebrarían las regatas de la que iva a ser la 20, 20.
Bueno, ya vale.
España estaba para gastar la tercera vez el dineral, el derroche que ha supuesto, esta presentación, esta apuesta al 100%, para terminar por eliminarnos a la primera de cambio, ¿alguien creía en nosotros, fuera de nuestras fronteras?.