San Fermín murió mártir en Amiens, decapitado, el 25 de septiembre del año 303. Los Sanfermines, de hecho, en la Edad Media se celebraban en octubre. El pañuelo rojo alrededor del cuello conmemora la decapitación del santo nacido en Pamplona, hijo de un senador romano y pagano convertido al cristianismo por San Saturnino.
